The Guardians Stories: El Héroe sin Nombre

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"Ah, todo es tan... rojo." Fueron las últimas palabras que salieron de la garganta quemada del hombre que salvó a la humanidad.

Es un poco triste, a pesar de que entregó su vida, murió solo en un rincón, sin nadie que recuerde su nombre si quiera.

Hace mucho tiempo. Los dioses apenas y mostraban ojos ante la humanidad, mientras que los demonios estaban en su auge, divirtiéndose a sus anchas a costa de la humanidad, simplemente no había como defenderse contra los demonios, la humanidad se comenzó a ver reducida en gran medida.

Hasta que él apareció. A vista de todos no era nadie especial, excepto por los dioses, ya que el se convirtió en un objeto de su desprecio, nada mas y nada menos, que un usuario de Aconte.

No fue nada mas que un mal chiste desde el inicio, apenas y tenía 15 años cuando recibió a Aconte, y el resultado fue tan catastrófico como se suponía, en su primer día de recibir a Aconte, él destruyó su garganta a gritos causa del dolor horrible producto del quemado por energía.

Normalmente no se espera mucho de los Usuarios de Aconte, la mente sucumbe fácilmente al dolor o a el control de este, solo quedaban dos opciones para él en ese estado, suicidarse, o ser igual a los mismos demonios causando terror allá fuera, presa del dolor.

Pero él no aceptó ninguna de esas, el dolor lo cegaba, su garganta no hacia mas que ruidos de gorgoteos, quería vomitar por la aflicción, pero se puso de pie.
Caminando lento y dando tumbos: él comenzó a avanzar y a marcar un camino, que nunca nadie pudo seguir.

Para los ojos de todos, él apareció tan de sorpresa como los mismos demonios, un hombre capaz de hacer retroceder a los demonios.

Lentamente, sus hazañas fueron escuchadas por todos lados, un hombre, quien nunca a dicho una sola palabra, que tan pronto como aparecía se iba, lentamente la gente comenzó a darle un apodo. "El héroe sin nombre".

Sorprendiendo a los mismos dioses, El héroe sin nombre siguió completando hazañas entre la población por 20 años más, los ataques de demonios  dejaron de ser tan frecuentes, ya que temían la presencia de este.

Excepto por uno.

Infernal, uno de los pocos demonios originales. Conocido por hacer contratos con humanos, sumirlos en la desesperación para después prometerles poder, a cambio de cazar los corazones de los suyos.

Sus planes se vieron interrumpidos gracias a el Héroe sin nombre ya que la humanidad comenzó a recuperar su confianza,  rechazando los contratos de Infernal.

No pasó mucho tiempo para que Infernal tomara una decisión, habría que acabar con su fuente de esperanza, ir tras el Héroe.

Infernal buscó sin éxito al Héroe, él estaba en constante movimiento, imposible para seguirle el rastro, pero seguía recolectando hazañas, y siendo cada vez más, una luz de esperanza para la humanidad.

Es entonces que Infernal dejó de buscarlo, y decidió que la mejor forma de encontrarlo sería que él viniera hacia él.

Una guerra horrible se desató en una de las ciudades mas grandes de la humanidad, aunque, a decir verdad, poca tenia de guerra, no era más que una carnicería, la humanidad aprendió a defenderse de los ataques usuales de los demonios, sí. Pero nunca a la catástrofe que significaba la ira de Infernal.

Antes de que la ciudad fuera destruida por completo, lentamente los esbirros de Infernal comenzaron a ser repelidos, el héroe había llegado.

Infernal se llenó de un sentimiento extraño al ver al héroe, quien caminaba de entre los cadáveres tanto humanos como demonios, su figura resaltaba de entre todas las calles pintadas de rojo sangre.

De repente, Infernal se sorprendió a si mismo con una sonrisa de par en par, al ver los ojos quemados y sin vida de aquel quien había frustrado sus planes.

El enfrentamiento fue corto, pero intenso.

El cuerpo que Infernal poseía se trataba de nada mas que un formidable guerrero, sabía que era más fuerte y rápido que aquel quien llamaban héroe, pero de alguna manera, él le seguía el ritmo tan frenético, Infernal era incapaz de sentir los limites del cuerpo humano, pero aun así él sabia, que el Héroe había superado los suyos.

El héroe era alguien excepcional, pero humano al final del día, su cuerpo dejó de seguirle el ritmo a Infernal, quien rápidamente se aprovechó para hacerle un terrible corte en la espalda del héroe, para después enviar a sus esbirros a comer su cuerpo.

Infernal esperó gritos horribles de dolor como era costumbre, más al ver que sus esbirros se peleaban por un brazo que habían arrancado del aclamado héroe.

Pero no hubo ni un solo sonido, de repente, los esbirros que aún se alimentaban del cuerpo comenzaron a hacer chillidos de dolor, a la vez que vio levantarse el cuerpo roto del héroe, un cuerpo a medio comer, con carne expuesta, lleno de grietas que emitían un brillo escarlata.

A la vez que vio como el héroe se abalanzó hacia él, Infernal logró deducir que sentimiento le había provocado el héroe, Nostalgia.

El debía ser quien iba a caminar esos caminos cubiertos en la sangre de sus enemigos aquel día tan distante, de no ser por aquellos dos quienes los dejaron atrapados en este universo, con un cuerpo quemado.

Infernal volvió en si al sentir la mano del héroe apretando con fuerza la cara de infernal, la mano le faltaban algunos dedos, pero, aun así, las grietas le daban la fuerza para mantener un excelente agarre sobre  Infernal.

Infernal, actuando por reflejo, enterró su espada en el estomago del héroe, pero aún así, su agarre no cambio, de hecho, se había hecho más fuerte.

Rápidamente las grietas de su cuerpo comenzaron a brillar con más fuerza, especialmente las que cubrían todo su brazo, Infernal cayó en cuenta, había perdido.

El brazo entero del héroe explotó con una fuerza terrible, llevándose consigo toda la parte superior del cuerpo de infernal, y lanzando por los aires el cuerpo del Héroe.

"Ah todo es tan... rojo" fue lo que pensó el Héroe, con su cara hundida entre la sangre de los caídos en la batalla, hasta que su vista también se oscureció.

La historia del héroe terminó en ese lugar, hundido en todo el mar de cuerpos de ese día, el mundo supo que el héroe llegó a salvar el día, pero pocos sabían, que ese mismo héroe, o mas bien, su cuerpo, fue el que quemaron junto con el resto.

Gracias a la derrota de infernal, los demonios cesaron completamente sus ataques a la humanidad, dando la oportunidad de que volviera a florecer, pero a la vez que se reconstruyeron las ciudades, el recuerdo de los demonios, y de su salvador, se quedaron junto con las cenizas de aquellos días.

The Guardians Stories: El Héroe sin NombreWhere stories live. Discover now