IV - Los ojos de color ámbar (Parte 1)

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Me vestí con la ropa más decente que había traído conmigo. Tenía que buscar la manera de encontrar una tienda de ropa, o pedirle a alguna Glamour Witchs que confeccione algo para mí a cambio de algún favor. Mi rostro enrojeció cuando pensé en Ivette, quizás ella podría hacerlo si se lo pedía. Cuando terminé de secar mi cabello con una vieja secadora que Úrsula me consiguió, pude ver como se asomaba el sol por la ventana.

¿Habré exagerado? Quizás se refiere al mediodía con eso de "a primera hora".

Baje a buscar un pequeño desayuno, intentando no hacer demasiado ruido, pero cuando me acerque a la cocina ya estaba Úrsula allí. Observaba distraída por la ventana con una taza de café en las manos. Aun vestía su pijama, cubierta por una bata de baño verde esmeralda.

-buen día -dije en voz baja.

Ella dio un respingo de susto, y me observo con enojo.

-buen día, perdón, estaba... recordando cosas.

-últimamente es lo que más has estado haciendo. Aunque es entendible, acabas de volver.

Vio que estaba buscando el café, así que se puso manos a la obra y me hizo uno, mientras terminaba el suyo. No espero a que me siente en la mesa, solo me lo tendió y se retiró a tomarse una ducha.

-saldré ahora mismo, me encontrare con una muchacha que prometió ayudarme -dije sabiendo que me escuchaba a pesar del ruido del agua. Tardo un rato en contestar.

-de acuerdo, ve con cuidado.

La biblioteca aún se encontraba cerrada cuando llegue, así que espere sentada en la escalera de la entrada. Había traído conmigo un libro de anotaciones, así que decidí realizar unos bocetos mientras esperaba que llegara Ivette. Si bien el dibujo no se me daba muy bien, adoraba poder expresarme en papel, además la gama de colores que se apreciaban en el cielo eran esplendidos, inspiraban a cualquiera que pudiera verlo. La luna aún estaba presente por lo que la agregue a mi dibujo. Si bien era en blanco y negro, quería que el cielo desprendiera la misma belleza que el que podía observar ahora mismo.

-increíble.

Sonó una voz detrás de mí. Ivette estaba de cuclillas observando mi dibujo sobre mi hombro. Había estado tan absorta en mi arte que no la había notado.

Visualice mi dibujo una vez mas, bueno, puede ser que no sea perfecto, pero me sentía a gusto con el resultado.

-buen día- dije con una sonrisa nerviosa.

-buen día- me respondió acercándose a mí -ven, te llevare con una amiga que seguro podrá ayudarte a elegir.

Me tomo de la mano y me llevo consigo, aunque pronto me soltó y comenzó a parlotear sobre el bello día que nos esperaba. Sabía que cuando una persona hablaba del clima es que realmente no tiene idea de que hablar, supuse que solo intentaba sacar tema de conversación.

-sabes, me falta ropa para vestir aquí, seguro conoces alguna tienda de ropa.

Ella rio un poco, era algo obvio lo que había dicho, me daba pena pedir su ayuda, aunque algo me decía que lo haría.

-descuida, arreglaremos eso más tarde, esos jeans se te ven perfectos, aunque estén viejos.

Lo decía una muchacha que vestía maravilloso, los pantalones tiro alto de corderoy marrón y el crop top negro resaltaban su esbelta figura. Llevaba también una bolsa de tela ecológica blanca, me pareció inapropiado preguntar que llevaba consigo. En cambio, yo traje unos pantalones que estaban tan desgastados que se rompieron en varias partes y una chaqueta de algodón básica blanca.

Lágrima de Luna (Versión Wattpad) #PGP2024Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt