¡ᑎ𝖮 ᒪᗴ ᗪ𝖨𝖦ᗩ𝖲 ᗩ ᗩᑕᗴ! ✧ 𝖹𝖮𝖫𝖴

O3: 𝐵𝑎𝑗𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑔𝑢𝑎𝑟𝑑𝑖𝑎

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Desesperadamente con la punta de sus dedos golpeaba la libreta en donde tenía sus apuntes, mientras Nami le hablaba sin parar sobre un sinfín de cosas.

No le estaba poniendo atención, se perdió después de escucharlo decir "Robin y yo..."

Estaba un poco frustrado, y es que, su frustración se debía al mejor amigo de su hermano. Debía admitir que tenía una pequeña obsesión con el mayor, le gustaba por supuesto, el chico era atractivo y todo lo que una mujer quiere en un hombre. Sin embargo, lo que pasó esa vez en su casa le dejó cierta ansiedad que necesitaba calmar.

Y es que, díganle virgen o necesitado, pero no podía sacar de su cabeza la imagen del mayor y su perfecto torso desnudo.

Ah, ojalá tuviera las agallas para intentar algo más allá con él, sabiendo perfectamente bien la clase de consecuencias que eso traería.
Pero la verdad es que era tímido, consideraba que ese era uno de sus defectos más grandes, podía tener confianza y todo eso, pero había ciertas cosas que le ponían nervioso. Y Zoro formaba parte de esas cosas.

—Sabes, si yo fuera tu, ya me habría aventado a los brazos de Roronoa Zoro. No sé cómo le haces para resistir tanto. —Nami por fin logró ganarse su atención.

—Es porque Ace no me deja.

—Sí, y todos sabemos que nunca te dejará, buuh, punto y aparte. ¿Te das cuenta de que te sigue tratando como un niño? —la de cabello anaranjado se recargó un poco más sobre la mesa.— no eres tonto, sabes perfectamente bien que Ace no tiene por qué cuidarte siempre. Está bien que sea tu hermano mayor y todo eso, pero, que ridículo.

Luffy rió bajito al escuchar sus quejas, sí, también había pensado lo mismo algunas veces. Ace era demasiado, en serio, ¡demasiado! protector con él. Su grado de protección era tan grande incluso con desconocidos.

—Así es él, le gusta estar detrás de mí siempre.

—Ajá, ¿y cuando sea tu luna de miel también te acompañará Ace? Joder, sabes a lo que me refiero. Yo quiero mucho, amo a mi pequeña Nojiko, pero no por eso voy a estarla cuidando 24/7 y ahuyentando a todo mundo de ella.

—Ace no es tan malo. —hizo un pequeño puchero.

—Por favor, ni siquiera te deja tener tantos amigos. Con suerte y dejó que fuéramos amigos nosotros después de que se enteró que ya estaba en una relación.

Luffy suspiró después de escuchar sus palabras. Bien, lo admitía, Ace era algo exagerado, y en parte entendía su actitud. Pero a veces le gustaría mucho que su hermano le dejara cuidarse solo. Agradecía que lo protegiera de sus malos amigos y sus sexuales intenciones, pero, llegaría un punto donde ya no lo resistiría.

—Ah, llegaron tus novias shishishi. —Luffy soltó una risita al ver entrar a Robin de la mano con aquella linda chica de primer semestre.

Nami extendió una sonrisa demasiado linda. Luffy solamente pudo recargar su mejilla en la palma de su mano y contemplar la siguiente imagen que tendría, así se sentiría aún más ahogado en su soledad.

—¡Nami! —la alegre voz de Boa Hancock se escuchó a pocos metros de ellos, la azabache corrió hasta sentarse a lado de Nami y dejar un beso en sus labios.

—¡Oh! Demasiado amor para mi cochino corazón —murmuró la pelinaranja cuando sintió también un beso en su coronilla por parte de Robin.

Luffy frunció las cejas y sonrió al escucharlo, suspiró como todo un tonto enamorado al que le acababan de romper el corazón, llamando la atención de Robin, quien sólo le saludo con un movimiento de cabeza y Luffy le respondió con una ligera sonrisa.

Ah, el poliamor se veía demasiado romántico. Claro, Nami y sus dos novias habían logrado construir su relación así, por esa razón le parecía tan único.

—Demasiado amor para mi roto corazón. —murmuró Luffy.

—¡Ah! ¡Por favor! Sólo levántate y ve por Roronoa Zoro —Nami dejó de prestarle atención a ambas chicas a su lado, pero sin dejar de dar caricias a sus manos entrelazadas.

—No quiero que acabe golpeado, Ace lo mataría.

—Entonces...¿fue Ace o Zoro quien le dejó el ojo morado a Trafalgar? —preguntó Robin, señalando con un movimiento de cabeza a su compañero de clase, el cual venía con un leve moretón en el pómulo.

—Nah, ese fue Ace. Lo golpeó mientras practicaban. —respondió.

Ahora que se enfocaba en Law y Robin, ¿qué hacían a ahí? sus facultades quedaban a dos facultades de distancia de la de ellos.

A menos que...

—Ah, el amor de mi vida luce realmente precioso hoy —esa voz algo ronca y exquisita le hizo sentir tan pequeño.

Se volteó un poco en su lugar y sus ojos se conectaron con los de Zoro, por supuesto, el peliverde no pudo intentar algo más que decirle eso, pues Ace venía a su lado, y en cuanto lo escuchó, dejó caer su puño en el hombro de su mejor amigo.

—Deja de hablarle como si fuera tu novio Roronoa. —le reclamó, haciendo que el peliverde se alzará de hombros sin tomarle importancia realmente.

—Ace, ¿qué haces aquí? —cuando el de bonitas pecas se sentó a su lado, le preguntó.

—Ah, nuestro rector dijo que harían una conferencia en la sala de audiovisuales, así que tuvimos que venir hasta aquí.

Luffy estuvo a punto de responderle cualquier cosa, pero calló al sentir el suave y caliente tacto del mayor sobre su pierna. Luffy se quedó quieto, esperando lucir tranquilo y no llamar la atención de Ace, porque si su hermano terminaba bajando la mirada hasta su regazo, vería una escena que no le gustaría.

Recargó su mandíbula sobre la palma de su mano mientras trataba de actuar normal. Como si Roronoa Zoro no estuviera tocando su pierna, apretando levemente sobre la tela de su pantalón y dando suaves caricias.

Para su buena suerte, Nami y Robin comenzaron a sacarle platica a Ace, también a Zoro, quien respondía de lo más normal, dejando de lado que estaba muy concentrado en toquetearlo.

Luffy se removió un poco, y en un intento fallido de alejar la mano de Zoro de su pierna, esta terminó sobre su cintura. Ese día llevaba puesto un suéter algo holgado, el cual lo cubría perfectamente bien. Zoro ocultó una suave risita cuando coló su mano dentro de la tela de su suéter y comenzó a acariciarlo.

La piel de Luffy era tan suave, tan delicada que podía sentirlo contraerse levemente ante sus caricias.

Apretó con algo de fuerza sobre su cintura y Luffy casi suelta un pequeño jadeo, el cual retuvo a la fuerza mordiendo su labio inferior. Zoro mentiría si dijese que no se había imaginado tantas veces al monito con esa expresión.

Cuando estuvieron por levantarse de sus asientos para comenzar a caminar a la sala de audiovisuales, Ace se dejó ir como si no recordara que tenía un hermano menor que cuidar de las garras de su mejor amigo.

Nami se levantó y caminó entretenida con sus novias.

Y Luffy tuvo que fingir que todo estaba bien, queriendo levantarse de su lugar para seguirlos y olvidarse de Zoro y su perfecta mano tocándolo en sus zonas sensibles.

Pero el mayor pareció ser más rápido, tiró de él antes de que se levantará por completo, y estampó sus labios contra su piel, rozando a duras penas con la punta de sus dientes su mejilla.

—Mío.

Luffy sintió su piel quemar y su cuerpo calentarse ante esa sola palabra. Seguramente se veía como un estúpido, pero en definitiva cada vez bajaba más la guardia con él, y le gustaba.

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