Capítulo 1 - El efecto mariposa

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Alicia María Rivera había descubierto que su cuerpo no toleraba el alcohol. Había tomado más de lo que acostumbraba en esa fiesta universitaria de la que se sentía fuera de lugar, y no porque no disfrutase de una buena fiesta, sino porque aquellos que la rodeaban eran unos completos extraños.

Una fiesta de la facultad de medicina distaba mucho de las que celebraban en la suya. Al estar compuesta la facultad de artes por un número muy inferior de estudiantes, se las arreglaban para hacer una colecta con la que rentar algún pequeño local donde poder debatir de arte, música o cualquier expresión artística.

No era la primera fiesta de los estudiantes de medicina a la que tenía el "honor" de ser invitada, pero sí que era la primera en la que veía a las personas descontroladas. Lo justificó con que era la última fiesta que celebraban los estudiantes de último año antes del comienzo de los exámenes finales.

-¡Ali!

Suspiró aliviada al encontrar entre la multitud la cabellera negra de su mejor amiga. Puede que estuviera tomada, pero aún conversaba la capacidad para reconocer a la que se había convertido en una hermana.

Si ella estaba tomada, Julia estaba cerca del coma etílico.

-Amiga, ¿por qué te mueves tanto?

Iba a contestar que no se había cambiado de sitio desde su llegada, pero sospechaba que se refería a otra clase de movimiento.

-Juli, creo que es mejor regresarte a tu dormitorio. ¿Dónde está Santi?

Otro de sus amigos al que tampoco encontraba era Santiago Ucrós, el novio de Julia.

-¡No le nombres! Se enojó porque piensa que estoy tomada. ¡Yo me encuentro perfectamente! Podría rendir sin problema cualquier examen ahora mismo ¿te lo demuestro?

Se horrorizó cuando Julia comenzó a nombrar diferentes afecciones pulmonares y sus correspondientes formas de curación.

-Juli... Es evidente que estás perfecta -mintió, a la vista estaba que su amiga necesitaba dejar de beber-. Pero yo si necesito regresar a mi dormitorio, ¿me acompaña?

Así es como se habían conocido dos personas tan dispares como ellas; vivían en la misma residencia de estudiantes, a un par de dormitorios de distancia que había provocado que durante sus estudios hubieran compartido jornadas intensas de trabajo, mientras que Julia la utilizaba como un cuerpo humano real al que analizar los huesos de su mano si era necesario, ella había tomado a su mejor amiga como la protagonista de sus obras.

Nunca dos mundos tan alejados como el arte y la medicina habían estado tan unidos gracias a estas dos amigas.

-¡Es mi canción!

Julia había ignorado su pregunta por completo y regresó al tumulto de personas que bailaban sin cesar. Era agotador tratar de controlar a una persona que lo que menos deseaba era irse a dormir.

Volvió a perder a su amiga entre la multitud de personas que continuaban llegando a la fiesta. Se sentía culpable por pensar en dejarla allí, pero realmente se sentía muy desubicada.

-¡Alice!

Cristóbal, otro de los motivos por los que había tenido el "honor" de haber sido invitada a la fiesta, se acercaba a ella con dos copas en las manos mientras que bailaba de forma sugerente.

-Para ti -dijo ofreciéndole una de las bebidas.

La rechazó con cortesía. Ni una gota más de alcohol iba a entrar en su organismo esa noche...

-Creo que me regreso a mi habitación.

Por suerte la fiesta se estaba celebración muy cerca de la residencia por lo que solo tendría que caminar unas cuadras.

Efecto Mariposa (Mentiras Perfectas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora