𓂃 ☾⃝҂ ❛ Nos movemos como en una obra de teatro, esperamos a que suba el telón para hacer frente a la siguiente escena, esperando lo peor porque vivimos en el género trágico, porque parecemos hijos de Shakespeare y moriremos al final del acto, pero...
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Hope cerró el libro que debía terminar para su clase de teatro, se restregó los ojos, sus párpados cansados casi protestaron por el esfuerzo. Miró la hora. Tori aún no la llamaba para el proyecto que tenían que entregar mañana.
Annie se puso de pie de su cama a la par que el perrito empezó a saltar alrededor de sus pies.
—Iré afuera, así aprovecho para darle una vuelta. —informó y Hope le dió una sonrisa a medias. En serio estaba preocupada. —Vamos, chico.
Shakespeare ladró cuando Annie lo metió dentro de su chaqueta y salió casi corriendo del cuarto.
Hope suspiró una vez que la puerta estuvo cerrada.
Vamos Tori, hay que terminar el trabajo. El profesor no era muy flexible y no le apetecía bajar la nota.
Para distraerse intentó escribir un poco. Tenía varias canciones inconclusas en su cuaderno. Se entretuvo terminando los versos hasta que sintió unos golpecitos en la puerta.
Que raro.
Cuando abrió fue más raro todavía.
—¿Jay?
El rubio en cuestión entró a la pieza sin ser invitado.
Hope recuerda la época en la que ella era incapaz de romper cualquier regla, por más mínima y absurda que fuera. Ahora ya no quedaba nada de esa parte suya.
—Hola, ¿Andre ya te dijo? —saludó y se tiró en la cama de Hope con toda la confianza. La castaña solo pudo reírse y tirarle un cojín a la cara.
—No, ¿qué tiene que decirme? —frunció levemente el ceño.
—Tori está en el vuelo de regreso todavía, su avión se retrasó así que va a llegar de noche.
Hope hizo un gesto de pena total.
—Oh, no, pero...
—Sí, sobre el trabajo dijo que podíamos hacerlo en línea.
—Ah, vale. —asintió más tranquila.
—Le dije que, como la conexión no es muy buena en la residencia luego de las siete, podíamos ir a casa de Beck y hacerlo desde ahí, ¿estás bien con eso?
