EN LINEA

Un chico normal en la red

Aunque el internet fuera mundialmente popular, no tenía interés alguno. Nunca sintió la necesidad de buscar algo en la red, pues podía encontrar la manera por si mismo. Particularmente era como la telepatía, una zona sin ley. Llena de despreciables acciones que hacía el ser humano. Ya tenía suficiente con su propia telepatía como para aguantar más.

Entonces, cuando recibió la antigua tableta de su padre no pensó en mucho. Solo sacarle provecho con libros electrónicos y ver películas. Sin embargo, todo se fue por la borda en el momento que las compras en línea y la gelatina de café se juntaron en una sola. Quedó anonadado, ¡el internet era una maravilla!

Tristemente, cayó en las garras de la estafa. A partir de ese momento regreso a su antigua opinión, manteniéndose firme y jurando no utilizar la web, a menos que sea para algo que en verdad requiera.

—Dylan
» Kusuo
» CÓMO IBA SABER QUE TU LORO ESTABA AHÍ
» FUE SIN QUERER, TE LO JURO
✓✓
» CONTESTA MRD

Bueno, siempre hay excepciones.

Los libros electrónicos eran geniales, incluso habían unos que aún no llegaban a Japón y podía leerlos con anticipación gracias a personas que los subían gratuitamente. A pesar de que fuera en contra de sus propios criterios, no podía desaprovechar la oportunidad, la tentación le ganaba. Era eso o recibir un sin de spoilers cuando estos entren al país.

Por lo que, visitaba normalmente el perfil de un usuario cuyo sujeto subía links de libros en formato pdf diariamente. Tuvo suerte en encontrarlo. Posteriormente, siguió su perfil para saber cada vez que añadiera algo nuevo.

No paso mucho tiempo para que _Dyylan y skks1608 se siguieron mutuamente en aquella red social. Irónicamente, era el primer seguidor de Saiki. Más no le tomo importancia.

Nunca habían hablado hasta que el inició el contacto entre ellos, hablándole por privado después de descubrir que se podía hacer. Preguntando por algún libro de misterio. En primer estancia, no le iba hablar porque no le veía necesario entablar conversaciones con gente que no conoce y justo en Internet, pero estaba cansado de buscar uno bueno.

Después de esa pregunta lo demás es historia. Al inicio solo fueron preguntas y respuestas ocasionales, como: "Hola, ¿tienes el pdf de.." y el contrario respondía: "Hola! Si, claro. Lo acabo de conseguir.." solamente. Entonces, esas charlas escalaron a recomendaciones de libros entre ambos. Con el tiempo, le conforto tener recomendaciones de primera mano, la persona que estuviera detrás de esa cuenta era un come libros total.

Rosado diabético—
masstics agua verd ad «

—Dylan
» :(

Las sugerencias luego trascendieron a pequeñas conversaciones con temas cotidianos, como gustos, que sorpresivamente eran similares entre ambos.

Saiki nunca pensó en tener un amigo, ya tenía muchos problemas con los entrometidos sujetos con los que se juntaba, pero después de pensarlo, tal vez podía darle una oportunidad a esto de la 'amistad'. Al fin de cuentas, había una ventaja que no tenía con los demás. La lejanía.

Hablar con aquel chico le era mejor porque podía ser el mismo, nada de quedarse quieto para no sobresalir. Es más, no tenía que preocuparse con que descubriera que es psíquico o de sus poderes en primer lugar. Nunca lo sabrá, hablan a través de una pantalla. Por lo que, por primera vez, era genuino con una persona.

—Dylan
» Te lo juro
» Fue sin querer

Rosado diabético—
aja «
t creo «

—Dylan
» TE DIGO LA VERDAD

Rosado diabético—
[Mensaje de voz] «

—Dylan
» QUE NO FUE MI CULPA, EL LORO SE ATRAVESÓ
» Además, ¿por qué en todos tus audios me insultas? ¿cuánto daño te hice?

Rosado diabético—
dylan. «
es el cuart pajaro mio qur matas «

—Dylan
» a

Suspiro, pero no de fastidio, sino de una manera diferente. Un significado desconocido que tenia que ver con estar relajado y ¿contento?, no lo sabe con exactitud. Han pasado años desde que se sintió así. Se supone que aquella situación lo haría enojar, en cambio, con los ojos cerrados, formo una sonrisa. Estaba disfrutando del momento, era divertido.

Volvió a mirar el aparato electrónico, apreciando el único chat que tenía. La palabra "En línea" le avisaba que el otro aún se encontraba ahí. Sus ojos recorrieron la pantalla, vagando de un lado a otro, cayendo en el apodo que el mismo tenía. Claro que no se lo puso, ni en mil años se nombraría así. Es solo que la aplicación únicamente dejaba que las personas contrarias llamarán a los demás cómo quisieran, pero no a si mismas.

De este modo, es como aquel apodo burlón lo acompaña. Tal vez no debió comentarle que le gustaban mucho los dulces o enviarle una foto de su cabello cuando el otro insistió demasiado una vez. Da igual, en secreto, le agrada.

—Dylan
» Te doy 1 diamante si me perdonas
» Y me estoy arriesgando

Rosado diabético—
para eso mejr nada «

—Dylan
» De que hablas, es la mejor oferta

Rosado diabético—
quie n te mintio tsnto  «

—Dylan
» Ashh kusuo
» Tú ni carbón tienes

Soltó una risa silenciosa por la respuesta. Pocas veces podía disfrutar de estos momentos. Es agradable, ¿es así como se sienten los demás con sus amigos? ojalá pudiera ser más libre con los chicos que se juntaba.

Pensó en la manera de proceder, le era difícil seguir la charla de vez en cuando. Normalmente Dylan hablaba y hablaba hasta por los codos. El no, se complica, incluyendo su forma de escribir. Y es entendible, apenas a sus 16 años ha tocado por primera vez un dispositivo electrónico que todo esto era nuevo para el.

Parece un abuelo, al pie de la palabra.

—Dylan
» ¿Pero si aceptas mi diamante?

Rosado diabético—
no «

—Dylan
» 😿