Muerte, mi mejor amiga.

315 24 12
                                    

Sugerencia: Poner las músicas de fondos para que la lectura sea más dinámica.

Japón, década de los 90.

La potente lluvia caía sobre el césped, las gotas producían un fuerte ruido mientras el cielo permanecía en oscuridad sin un solo rastro de luz. El día era todo menos agradable, los vientos soplaban sacudiendo las hojas de los árboles y aumentando más la atmosfera deprimente.

Así comienza esta historia en el país del sol naciente, en donde la vida de los seres humanos era cuanto menos normal, al menos por el momento. Y es que desde hace siglos en el planeta empezaron aparece seres de gran poder a lo que hoy se les conoce como demonios, los mismos que se decían en los textos bíblicos. Aunque, la única diferencia era que los demonios nacían de los miedos de los humanos, algo que al principio sonaría completamente absurdo, pero dicho concepto era más complejo.

Los religiosos afirman que la fe es tan poderosa como para mover montañas, que la confianza absoluta en una cosa puede ser lo suficientemente poderosa como para lograr lo imposible. Siendo ese el caso, que ocurre cuando en vez de fe ciega es miedo absoluto por cualquier cosa que amenace tu vida o que desconozcas... La mente tiene poder, los sentimientos tienen poder y las emociones tienen poder, como resultado los conceptos del miedo forman cuerpos físicos y se hacen una realidad en toda regla.

¿En un mundo como este donde los demonios son el pan de cada día, que otras preocupación se debería tener aparte de estos?

La respuesta es más simple de lo que se puede pensar, y es la maldad humana. Porque no importa que los demonios existan y siembren el caos en el mundo entero, los seres humanos son y serán siempre la verdadera plaga del planeta.

Prueba de ello es nuestro protagonista que debajo de la potente lluvia no podia más que mirar a una dirección en concreto con tristeza. Tenía pelo rubio y desaliñado, con ojos de color pardo y ojeras. Además, sus dientes eran notablemente afilados y angulares debido a la desnutrición en su infancia. Este pequeño niño es Denji, solo Denji al no poseer apellido debido a qué su padre era un don nadie que se la pasaba bebiendo cada vez que podía. 

¿Por qué? ¿Por qué esto me pasa a mí?— pensó notablemente triste por lo cruel que era su vida, porque delante de él sus ojos no dejaban de mirar la tumba de su padre, el hombre que lo trajo al mundo y el responsable de provocarle muchos traumas. 

Su padre se había suicidado después de haberse endeudado con los yakuzas, un grupo criminal que el país aún no podía atrapar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Su padre se había suicidado después de haberse endeudado con los yakuzas, un grupo criminal que el país aún no podía atrapar. O al menos eso es lo que el niño creía, porque la verdad era otra y su padre no se había suicidado en realidad.

Maldita sea, el desgracio se libró del castigo— vocifero con voz rasposa un anciano de abrigo y sombrero, apretando los dientes ante tan inesperado asunto— Escúchame bien mocoso, no me importa si tienes que prostituirte o algo así, si no tienes 800,000Y para mañana, te encontraré y te picaré en pedazos. ¿Está claro?

Muerte, mi mejor amiga (one shot)Where stories live. Discover now