Único

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Yasuda se sintió derrotada y fuera de sí cuando fue a la tienda a conseguir lo necesario para preparar chocolate.

Ahí había dos problemas.

1. Que estaba a punto de hacer chocolate y no comprarlo ya hecho, (Es más, sólo pensar en dar chocolate ya iba fuera de lo común en ella).

2. Y que dicho esfuerzo sería por y para la persona que más detestaba en la escuela:

Hayashi. O mejor conocido como Peh-yan.

Y ella no pide que la entiendan, pide que la comprendan.

Pues hace unos meses por fin se había dado cuenta que si bien ella no soportaba a Peh-yan en la escuela y mucho menos en el taller de costura, fue inevitable notar que poco a poco tenerlo cerca se había vuelto una necesidad. Y es que por favor, incluso intentaba verse un poco más femenina los días que sabía que Peyan estaría intentando llevarse a Mitsuya para jugar.

Ella aún podía recordar la primera vez que habia hecho un pequeño cambio en ella.

Yasuda había llegado al salón de costura, no llamó mucho la atención, hasta que Mitsuya se dirigió a ella.

—Yasuda-san, podrías... —Y, cuando ambas caras se estuvieron mirando, Mitsuya quedó en silencio—. ¿Eso es brillo labial?

Claro, fue una agradable sensación ver cómo alguien sí le prestaba atención a esos pequeños detalles. Sin embargo, Hayashi fue un caso a parte.

—¡Hey Mitsuya, hay que salir a jugar! —Esa misma tarde llegó Peh-yan sin siquiera tocar la puerta.

—Oye, insolente. —Como era costumbre, Yasuda se enfrentó al chico.

Peh-yan la miró y en menos de dos segundos volteó los ojos—. ¿Eh? ¿A quien llamas insolente, trencitas?

Y así, empezaron a discutir. Sin embargo, Yasuda no admitiría en voz alta que su corazón se estrujó un poquito cuando terminaron su "show" y Peh-yan no dio ningún indicio de saber que había algo diferente en ella.

Ese día Hayashi terminó con un leve golpe en su brazo (que, aunque por obvias razones para él no dolía, se sentía extraño el hecho de que él haya dicho o hecho algo fuera de lugar para que Yasuda le golpeara).

—Tal vez sí se dió cuenta de que miraba mucho sus labios... —Pensó, pero nunca lo externó.

Regresando al presente, Yasuda había llegado a su casa y se dirigió a la cocina para empezar a preparar los chocolates. Y así como es una genio en la costura, lo es también en la cocina. Por lo que en menos de una hora ya tenía el chocolate en los moldes de corazón para llevarlos a refrigerar.

Siguió con la caja, que al inicio pensó en hacerla en forma de corazón, hasta que pensó que sería ridículo, y conociendo a Hayashi, él terminaría burlándose de ella. Al final con ayuda de cartón, silicón y cartulina roja sólo terminó estilizándola.

🍫🤎

Nadie le había dicho que intentar darle los chocolates a Hayashi sería tan difícil.

Desde el momento donde llegó al salón de clases, hasta el receso donde se la pasaba con su amigo, le había sido imposible acercarse a su chico.

Todo empeoró cuando Yasuda se dirigió al techo de la escuela, donde Hayashi acostumbraba a pasar el tiempo libre. Sin embargo, Peh-yan no sólo estaba con su amigo, también había una chica enmedio de ellos; y si ella iba y Hayashi la rechazaba, tendría que lidiar con dos personas como espectadoras.

Se dió media vuelta y caminó hacia su lugar seguro, el taller de costura.

—¡Claro que no me pude declarar! Me dio muchísima pena —Escuchó a una de las chicas— Sé que es algo cobarde, pero lo dejé en su casillero con una pequeña nota.

Y antes de que siguieran hablando, llegó Hayashi con Pah-chin y esa chica. —¡Mitsuya! —Peh-yan se dio cuenta de que habló demasiado alto, así que cerró los ojos esperando algún regaño, pero nunca llegó.

—¿Qué pasa? —Preguntó Mitsuya.

—Te presentamos a Yumi Mori —Dijo Pah-chin—. ¡Es mi San Valentín!

—¿Qué? —Todo el taller exclamó.

—¿Cómo te pudiste fijar en alguien así? —Yasuda susurró, pero los chicos la escucharon.

—¿¡Eh!? ¿Cómo te atreves a hablar así de mi futura novia?

—Cállate —Respondió—. Estoy hablando con ella.

Yumi soltó una pequeña risa. Y antes de que Pah-chin pudiera responder, sonó la campana para regresar a clases.

🤎🍫

Coincidentemente, Yasuda y Peh-yan compartían clases; esta última hora estaban juntos.

Y podían ver una clara diferencia de ambos al momento de prestar atención a la clase.
Mientras Yasuda sostenía una posición recta en su asiento, miraba atentamente al pizarrón y tomaba notas con tintas de distintos colores; Hayashi ni siquiera había abierto la mochila, y lo único que había en la paleta del pupitre era su cabeza.

Hayashi estaba a punto de quedarse dormido, por lo que decidió ir al baño a despejarse. Así, Yasuda pudo meter la caja de chocolates dentro de la mochila de Hayashi sin el temor de que pudiese abrirlos en ese instante, total, parecía que la mochila sólo estaba de adorno.

Terminando las clases, Peh-yan salió corriendo. Todos lo miraron confundidos, sin embargo decidieron seguir con lo suyo.

Grande fue la sorpresa de Yasuda cuando abrió su mochila y dentro de ella había una rosa con una pequeña nota:

"Por favor que esto me ayude a conseguir tu permiso para seguir yendo al taller sin que me regañes"

—Tonto... —Dijo entre dientes mientras un pequeño rubor se asomaba en sus mejillas.

🍫🤎

Peh-yan pensó que Yasuda le daría algo por San Valentín, digo, él mismo notaba que había algo entre ellos. No sólo era odio, pero no podía decir que era algo como amor. Mas bien, tenían una dinámica que no lograba comprender, sin embargo, esa nula comprensión era signo de que sí había algo que comprendía.

Dió un suspiro e hizo una leve parada en un parque cerca de su casa. Hubiera dado todo lo que tenía para ver la cara que pondría Yasuda con su pequeño pero significativo regalo, pero lamentablemente él seguía siendo un cobarde cuando se trataba del carácter de su chica.

Peh-yan recordó que tenía una botella de agua dentro de la mochila, así que la abrió y se encontró con una caja roja. La sacó y vió que tenía una nota:

"Tómalo como un permiso para que sigas yendo al taller (tendrás dos días donde podrás hacer y deshacer sin que te diga nada. Aprovéchalo)".

Hayashi soltó una carcajada—. Está loca por mi. —Dijo mientras acercaba la caja de chocolates a su cara para que la gente no viera su cara completamente roja.

Chocolates (Peh-yan x Yasuda)Where stories live. Discover now