|Capítulo I|

2.9K 161 25
                                    

              ——— ∘◦ᴅʀᴀʀʀʏ◦∘ ———

Harry iba caminando por uno de los tantos pasillos desiertos de Hogwarts. Había decidido saltarse la clase de adivinación porque se sentía abrumado.

Su amigo de hace años, Luke, había estado actuando muy extraño desde hace unos meses. Lo evitaba si le era posible y cuando no, trataba de pasar el menor tiempo posible con el azabache. Cuando Harry le hablaba parecía no prestarle atención. El de ojos esmeralda comenzó a pensar que a Luke ya no le agradaba. A Harry le dolía aquello porque ¡Joder! eran amigos desde la cuna, sus madres eran amigas, no las mejores, pero tuvieron una linda amistad.

Unas voces lo sacaron de sus pensamientos, ambas muy conocidas. Se había encontrado con Luke, su amigo de hace años que era un Revenclaw, hablando con Layla, una chica Slytherin que desde que llegó al colegio no ha dejado de molestarlo. Eso le pareció muy extraño porque Luke jamás se había relacionado con Layla por las cosas que le hacía a Harry, al menos hasta dónde él sabía. No era que le molestara que su amigo fuera cercano a la chica, él entendía que Luky podía entablar una amistad con ella y a Harry no le importaría.

Decidió usar su capa de invisibilidad, que la llevaba consigo simplemente por precaución ya que iba a saltarse su clase de adivinación, para escuchar la conversación de aquellos dos.

-¿Por qué te sigues juntando con Potter? Todos creen que tienen algo- mencionaba la chica e hizo una mueca de asco -es repugnante tan solo pensar que alguien pueda estar con esa basura-

-Lo sé Lay, soy amigo del niño sólo porque mamá me ha obligado siempre a ser su amigo. Antes podía disimularlo, pero ya es muy irritante y ya no lo soporto- decía Luke. Harry sintió una opresión en el pecho y le dolía, le dolía que su supuesto mejor amigo, a quién le había contado muchas cosas, quién había estado para él cuando sus padres murieron con tan solo 7 años de edad. A quien le había contado el maltrato que recibía por parte de sus tíos, no en su totalidad, ya que sólo le había contado que los agredían verbalmente pero jamás le contó que lo hacían física y psicologicamente también; en esos momentos agradecía habérselo guardado para él.

-Estaba pensando que tal vez podría desvelar algún secretito de Potter, tan solo para hacerlo quedar como una basura enfrente de todo el colegio. Eso me basta para cobrarme todos los años que tuve que aguantarlo- Luke dijo con una sonrisa algo perversa, sacándolo de sus pensamientos nuevamente.

Harry, con sus ojos llenos de preocupación, comenzó a recordar que pudo haberle dicho a Luke que pueda desvelar. Pero ¡Diablos! le había contado muchas cosas, demasiadas.

Sus ojos se cristalizaron y salió de ahí sin hacer demasiado ruido. Cuando estuvo lejos de ellos se sacó su capa de invisibilidad. Para entonces sus ojitos ya habían comenzado a derramar lágrimas y sus mejillas sonrojadas por mismo llanto estaban empapadas de lágrimas.

Se detestaba por ser alguien tan confianzudo, él debería haberse dado cuenta de la falsa amistad de Luke, él tendría que haber sabido que hay cosas que no se las puede contar a nadie, él debería haberse guardado sus problemas para él solo. Ahora su preocupación era saber qué podría revelar Luke a todo el colegio.

No sabía cómo pero se encontraba sentado con la espalda apoyada en la pared, abrazando sus rodillas y escondiendo su cara en las mismas, en un solitario pasillo de Hogwarts, uno que no recordaba haber estado en sus 4 años de coelgio. Un ruido lo alertó, lo que hizo que se parara y comenzó a buscar de dónde provenía aquel ruido.

A medida que se iba acercando se dió cuenta que ese sonido era el llanto se un ¿bebé?... ¿Que hacía un bebé en Hogwarts? Corrió lo más rápido que pudo y abrió una puerta, allí se encontraba un bebé de menos de un año llorando con sus deditos en la boca. El bebé miraba aterrado aquella oscura habitación.

Nuestra Pequeña |•|DRARRY|•|Where stories live. Discover now