XIII - Necesitaba estar a su lado (Parte 3)

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La idea se presentó rápidamente y se arraigó con fuerza a mi corazón. Volteé a ver a Selene, esperando ver su rostro iluminado por lo fantástico que sonaba aquello, sin embargo, por el contrario, pude observar confusión y enojo. 

—espera, espera —dijo separándonos— recuerda que mañana debes ir a Coven, debes refugiarte allí, habrá eclipse solar.

—pero, seguramente en Pleme se están preparando para este día también.

—es cierto —aseguro Chaud— el maestro Helios tiene grandes defensas preparadas para el eclipse. No supondrá ninguna molestia. 

—¿y la misión que te encomendé? ¿piensas dejarla a un lado?

—puede ir Yue a realizarla sola, estoy segura que la dejaran entrar a la ciudad.

—si no eres tú, no lograra infiltrarse con facilidad al palacio. Doy fe de que Yue es poderosa y su manejo de la videncia es magnífico, pero no lo lograra sin ti.

—pues, entra tu nuevamente. Te fue fácil ingresar las veces anteriores.

—no puedo entrar a la ciudad, y lo sabes, no sin ti adentro.

—¿Por qué me quieres dentro de esa ciudad?

—ya te dije las razones. ¿Por qué eres tan testaruda?

—estabas muy contenta de llevarme cuando tu querías que viniera contigo, ahora quieres que entre nuevamente. No puedes hacer conmigo lo que tú quieras, no soy una especie de mascota, no soy tu hija. Mi madre se perdió y ni siquiera me ayudas a hallarla.

Ya no sentía nada más que enojo, ni siquiera podía escuchar la voz de Chaud pidiendo que parara, que me calmara. Me tomaba de los brazos, y yo lo apartaba continuamente. Solo le escupí aquellas palabras a Selene, quien me miraba con resentimiento.

Nos quedamos los cuatro en un incómodo silencio mientras aún se oían los ecos de mis últimas palabras. Selene no respondió más, solo dio media vuelta y se marchó en dirección al pequeño campamento. Pude ver como Yue se asomaba desde el interior de la tienda de campaña, refregándose los ojos. Se acercó a Selene, pero esta no freno en ningún momento.

—Lhiver, es mejor que lo dejemos por el momento. Debemos irnos —las palabras de Chaud me devolvieron al problema inicial.

—no es necesaria la despedida —le respondí— voy contigo.

—no.

Aquella respuesta firme me freno en seco, no era titubeante, sino era un “no” definitivo.

—¿Qué? Pensé que… tú fuiste el de la idea.

—lo sé, pero me apresure al decirlo. La verdad es que algo dentro de mí me dice que la señorita Selene tiene sus razones. Y si prometiste ayudarla, con lo que sea que te haya solicitado, debes cumplir. Estoy seguro que sabrás esto, pero nosotros, los discípulos, le debemos mucho a nuestros maestros —si me ponía a pensar en ello, yo le debía la vida a Selene— no sería de buen alumno rechazar un pedido así. Tampoco te reconocería si no ayudaras a quien lo necesite. Esa no es la Lhiver que conozco.

Dude durante unos segundos. No extinguía el enojo dentro de mí, pero si aliviaba un poco mis penas.

—entonces —dije— prométeme algo. Prométeme que una vez que haya cumplido con mi palabra, nos iremos juntos.

—¿A dónde? —pregunto sorprendido.

—a donde sea. A Pleme, a otra ciudad, a otro país, a otro mundo si es necesario.

—edtoy harta de estar separada de ti. Eres mi hermano, te necesito conmigo.

Me dio un beso en la frente, un gesto que siempre me calmaba.

Lágrima de Luna (Versión Wattpad) #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora