Vida Eterna

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El invierno azotaba sin piedad a un pequeño pueblo de Japón . En el interior de una cabaña, una débil luz iluminaba una habitación.

-Tranquilo... Pronto pasará la tormenta y podremos ir a la otra aldea por un curandero.- Un joven adolescente de cabello grisaseo tomaba con fuerza la mano de su compañero que yacía en el futón.Temblaba de frío. Su cuerpo luchaba contra una misteriosa enfermedad que se estaba propagando rápidamente en el pueblo. -Akutagawa por favor no me dejes...-susurro débilmente, unas cuantas lágrimas resbalaron por sus mejillas.

Japón pasaba por una época oscura de guerras. Gracias a toda esa violencia ambos jóvenes habían quedado huérfanos a una temprana edad y por azares del destino sus vidas se entrelazaron.

Aquella noche en la que se conocieron, Akutagawa había tomado venganza de los ladrones que asesinaron brutalmente a su hermana y amigos.
Caminaba por el bosque sin rumbo alguno, su ropa estaba manchada de sangre, y sus ojos no expresaban nada, estaban vacíos.
Sus fuerzas lo abandonaron, y cayó bruscamente al suelo, quedando a merced de los animales salvajes que podían ser atraídos por el olor de la sangre. Para su fortuna fue encontrado por Atsushi, un chiquillo de apariencia fina y bastante delgado. Buscaba algo de alimento. Alguna planta que pudiera apaciguar su estómago. Pues a pesar de haber trabajado arduamente bajo el sol, no le quisieron dar su pago, según su jefe todo lo había hecho mal y no merecía que le pagarán.

Atsushi quería golpear a ese hombre que solo se aprovechó de su necesidad y al ser un niño huérfano sabía que no tenía quien lo defendiera pero su poca fuerza física fue lo que lo limito a cometer aquella tontería, de ante mano sabía que él tenía todas las de perder.

Cuando Atsushi lo encontró, pensó que estaba muerto, con cierto temor y culpa se acercó al "cuerpo" y comenzó a esculcar su ropa, quiza tendría algo de valor que pudiera servirle para vender.
Grande fue su sorpresa al escuchar los quejidos del chico. Rápidamente se alejó pero se detuvo en seco al sentir culpa por dejar a ese chico moribundo a merced de los peligros nocturnos.
Soltó un fuerte suspiro y se regaño entre dientes
"Si apenas puedes contigo ¿como planeas ayudarlo?"

Lo llevo a rastras hasta su refugio y atendió como pudo sus heridas, gracias al cielo solo eran superficiales.
Cuando el pelinegro despertó, lo hizo tan bruscamente que estuvo a punto de acabar con la vida del pequeño niño pues creía que se trataba de uno de esos ladrones.

Gracias a ese suceso Atsushi vio en Akutagawa una oportunidad para vivir. El chico de mirada aterradora era bastante fuerte. Si lo acogiera sin duda estaría más protegido que el mismísimo emperador. O al menos eso pensó. Así que por bastante tiempo estuvo detrás de ese muchacho. Ofreciendole sus servicios en las labores domésticas, a cambio de su protección. Realmente se esmero a más no poder para que lo aceptara. Cuando Akutagawa ya fastidiado de la insistencia del chico acepto su compañía, Atsushi se sintió la persona más feliz y afortunada del mundo.

Pasaron los años y ambos chicos de ahora dieciocho y veinte años pudieron conseguir una cabaña, si bien aún no les pertenecía del todo. Ya la sentían como suya. que Habían hecho un trato con el dueño y la irían pagando de poco en poco.

En el pequeño jardín que la propiedad tenía, planeaban plantar su propio alimento, quizá hasta podrían vender algo de su cosecha para ganar dinero extra, para liquidar más rápido su deuda.

Finalmente tenían una oportunidad para vivir dignamente. Después de tanto tiempo tendrían un lugar al que podrían llamar hogar. Pero jamás imaginaron que una horrible enfermedad azotaria la salud del pelinegro, dejándolo en una lucha por su vida.

...

Los típicos sonidos de la mañana despertaron al pelinegro, estaba empapado de sudor, giró levemente la cabeza y se encontró a su compañero, se había quedado dormido a su lado. Notó que en ningún momento lo había soltado de la mano.
Akutagawa deshizo el agarré y suavemente se levantó para quedar sentado sobre el futón.

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⏰ Last updated: Mar 22 ⏰

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