𝐑𝐄𝟒:𝐑 → 𝐗

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𝐏𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐃𝐞 𝐕𝐢𝐬𝐭𝐚:
𝐇𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲 𝐌𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫

Como la atmósfera se volvía cada vez más pesada, mi mirada se posó sobre Ashley y pude ver su paso inestable mientras se inclinaba de un lado a otro. — Si lo ves de nuevo, no dudes en correr lejos...

Era evidente que el hombre forzaba un momento oportuno para poder arrebatarnos a la hija del presidente... De todas maneras no se la entregaríamos bajo ninguna circunstancia. Incluso estaba dispuesta a arriesgar mi propia vida para asegurarme de que llegara sana y salva a casa.

—¿Qué pasa con ustedes? 

Mientras miraba a Ashley a los ojos, no pude evitar sentir una sensación de inquietud. Parecía realmente aterrorizada, como si me estuviera transmitiendo su miedo sólo a través de su mirada.

—Nosotros solo hacemos nuestro trabajo —El ambiente se volvió sombrío mientras Leon limpiaba la suciedad de sus manos. Nos miró con un gesto severo, apuntando uno de sus dedos índice primero hacia sí mismo y luego hacia mí.— No se trata de nosotros, se trata de ti.

Con mi mirada oculta bajo mis pestañas, noté las escaleras que conducían a lo que parecía ser un lugar oscuro y sombrío que había sido usado como un matadero. Era difícil distinguir la naturaleza exacta de la estructura en la penumbra, pero no podía quitarme el presentimiento de que era un lugar donde dejaban cosas para mantener todo almacenado.

Nos pusimos de acuerdo con Ashley, dándole indicaciones y haciéndola a entender unas cosas para luego dirigirnos al interior del lugar y esperar al helicóptero que Hunnigan nos mandaría. Como bien nos dijo, tendríamos que esperar un poco ya que las condiciones climáticas no estaban del todo recomendables para volar.

Con la sensación de que la situación era decadente, me di cuenta de que las cajas de madera, con cuerpos de vacas por encima, los barriles donde se conservaban gases inflamables y la sangre derramada, no eran características aptas para una primera impresión favorable ni agradable.

—Tengan cuidado... —Ashley dijo en voz baja, siempre se preocupaba por las mínimas cosas... Era entendible.

Subiendo la escalera, yo iba detrás para cuidarle la espalda no solo a la hija del presidente. Ya saben, ¿no? ... Me agrada tener a Leon bajo control desde detrás, solo por si las moscas.— ¿Ustedes creen que podríamos salir de estas? —Ella mencionó haciendo referencia a la situación de urgencia en la que nos encontrábamos.

Pude sentir cómo la madera crujía bajo nuestros pies, y la fuerte fragancia a madera impregnaba el aire.— No se trata de creer, Ashley. Lo tenemos que hacer.

La situación empeoró cuando el hombre del que corríamos se presentaba en el lugar, rompiendo la pared y votando a Leon hasta la primera planta del matadero.

—¡Ve con él! —Con cada paso que dábamos sobre los listones de madera, sentíamos cómo crujían bajo nuestros pies, y la fuerte fragancia a madera impregnaba el aire.— ¡Yo buscaré una manera para que logren escapar!

La hija del presidente me reclamó mientras retrocedía lentamente sobre sus pies.

—¡Tu solo mantente a salvo, nosotros encontraremos algo!

Mientras observaba a Ashley, dudé por unos momentos si dejarla sola. ¿Y si la atrapaban de nuevo? No podía dejarla a su suerte, porque eso solo complicaría la misión. Me refiero a que podrían hacerle daño, y la misión podría considerarse como fracaso en cuestión de segundos.

Con un suspiro audible, también comenzó a retroceder. De repente, las ondas de una explosión en la planta de abajo me aturdieron, y al girarme, noté que el hombre que nos había seguido se encontraba arrodillado en el suelo y gimiendo de dolor.

𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌  |  𝖫𝖾𝗈𝗇 𝖪𝖾𝗇𝗇𝖾𝖽𝗒Where stories live. Discover now