𝐗𝐈𝐈

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Capítulo número doce.

Capítulo número doce

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Kala. 27 de octubre del año 2023.

Me logran sacar de allí pero, justo cuando vamos por el mostrador aquella monstruosidad estalla; haciendo un ruido chispeante, cruzando por todas las bombillas del lugar así provocando que los cristales caigan sobre nosotros. Luego grito agudo por cómo las paredes se estremecen desde los cimientos y entonces la explosión mayor nos empuja sin compasión contra la pared de entrada, y luego todo se convierte en un caos.

Solo pido que nadie halla salido herido, y menos muerto.

***

Después del insistente, me he pasado como dos horas sentada en la parte de atrás de una ambulancia, mientras las de primeros auxilios me revisan y ponen una que otra curita en mis brazos, rostro, y piernas. Sufrí una quemadura en la espalda de grado uno, casi nada, de eso me recupero pronto; pero de lo que sí no me recupero rápido es de los tres policías que estaban intentando desactivar la bomba dentro, y murieron por la explosión.

Deben de ser como más de las doce de la noche, no he podido dormir por la preocupación, y más por el asesinato de Thomas, y los causantes; los del Reveb. Al final, el Mayor me ha revelado que sí, se trata de un grupo terrorista, pero solo el subgrupo que se encargan de esas misiones suicidas y hostiles.

A pesar de escucharles hablar fueron demasiado discretos como para revelar de quienes se trataban, aún así, mis sospechas de que sean los del grupo que ha comprado parte del gobierno de Washington, no caen.

Sin embargo, me sigo preguntando; si es que son del mismo equipo, ¿por qué matar a Thomas?

Tal vez es para distraerme, tal vez para que piense que sería improbable que los del mismo grupo se asesinasen, tal vez porque se pelearon por algo que Thomas hizo mal... No sé, no lo sé. Agh.

Me abruman de repente muchas cosas sobre el caso, que terminan nublando mi mente de tal manera que me frustro; y ante eso cubro mi rostro con ambas manos masajeando suave los ojos primero, y luego todo el resto. Me duele la cabeza. Los ojos. El cuerpo. La espalda por la maldita quemadura. Todo... Agh... Y así Stefany, mamá y papá, no dejarán que ponga siquiera un pie afuera.

Tengo que idear algo para poder trabajar y acelerar el caso de Miller... Aunque las cosas son diferentes ahora con el hallazgo del grupo terrorista, y su subgrupo el Reveb, y tal vez eso cambie las cosas; aún así, no me detendré hasta que cumpla mi promesa.

De repente mi cerebro envía a mi mente el rostro de Mateo Brown y ante eso abro mis ojos pasmada. ¡Hoy es viernes!, ¡Hoy Mateo viene!. Pero... ¿Por qué no me ha llamado?

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐚𝐜𝐡𝐨 108 © [𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐓𝐎✓]Where stories live. Discover now