𓏸⃘ ─ 𝐎𝟏

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ADV; 'Adaptación, todos los créditos reservados a
ifsdoety.
'Bastante OOC (Out Of Character)
'AU: Modern, Mafia Universe.
'Omegaverse: Sanemi S. [Alfa | Top] ; Obanai I. [Omega | Bottom]
'Personajes y parejas secundarias.

{Le realice leves cambios a la historia para que quedara un poco mejor con la personalidad de los personajes sin necesidad de cambiar completamente su personalidad.}


─¿Dónde está Sanemi?─ Pregunta el Omega con una leve sonrisa, reflejando un rostro emocionado por ver al padre de su cachorro, y claro, su destinado

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─¿Dónde está Sanemi?─ Pregunta el Omega con una leve sonrisa, reflejando un rostro emocionado por ver al padre de su cachorro, y claro, su destinado.

Mira atrás suyo levantando una ceja al no recibir alguna respuesta de los guardias que Sanemi había asignado para que "cuidaran" de él, aunque tuviera más que claro que podía protegerse por sí solo.

─¿Dónde está mi Alfa?, responde.─ Pregunta exigiendo el paradero de su lindo Alfa mientras arregla su camisa con logos de conejitos y pequeñas zanahorias, un lindo regalo de una de las mucamas que atendían en su hogar.

Los guardaespaldas se miran y niegan, ignoran al Omega sabiendo que puede pasar si desobedecen, tenían prohibido decir alguna palabra del paradero de su jefe si este no los informaba primero.

Era una regla.

─¡¿Dónde está MI Sanemi?!─ Obanai los mira, formando una sonrisa en sus rechonchos labios, con una idea formándose en su mente. Luego agrega. ─Si no me lo dicen tan solo en unos minutos, o, segundos...─ Levantó el bate de béisbol que adornaba la oficina de su Alfa. ─Este bonito palito de aquí, estará enterrado hasta lo más profundo de cada uno de sus miserables cuerpos.

Una sonrisa traviesa y cínica aparece en los labios del más bajo. Los guardias se miraron entre sí tragando saliva al no poder decir algo, con el pulso a mil, uno de ellos abrió su boca capaz de pronunciar alguna palabra cuando la puerta de oficina fue abierta. El momento perfecto.

Fueron salvados.

─Obanai, tan solo te deje un momento.─ Sanemi aparece suspirando con una sonrisa cansada, pero animada cuando vio a su Omega dejar caer el bate y correr hacia él.

Los pequeños bracitos del pelinegro rodearon al hombre más grande, tratando de esparcir sus feromonas en cada parte del Alfa. Los Betas miran expectantes antes de sonreír, cosa que no dura mucho cuando el Omega les da una señal para que se retiraran.

Obanai pronto se obliga a separarse de su amado Alfa.

─¿Dónde estabas ‘Nemi?─ Muestra sus colmillos, logrando que su compañero retroceda con una sonrisa en labios, escuchando la voz suave salir baja y aterradora. ─Estabas con esos Omegas bonitos ¿Cierto?─ Los ojos heterocromáticos se llenan lentamente de lágrimas antes de tratar de aferrarse a su cuerpo.

Un temblor estaba asomándose.

Shinazugawa rueda los ojos sonriente, su compañero se ha vuelto un gran pequeño actor.

─Con quién más podría estar ¿Eh? Si tengo al Omega más hermoso del mundo. ¿Qué digo? del universo..─ Los ojos del pelinegro observaron con detenimiento a su Alfa antes de tirar de los mechones albinos cuando vuelven a estar unidos en un abrazo. ─¡Oi! ¿Por qué?─ Un sonido lastimero vuelve a salir de su garganta antes de acariciar sus propios cabellos.

─Solo me gusta tu cabello, no exageres.─ El Omega admite sonriendo jalando de nuevo los mechones.

─Pequeño Omega travieso.─ Se burla Sanemi, atrayendo al más bajito entre sus brazos para cargarlo hasta el sillón de terciopelo rojo vino. ─¿Cómo está mi pequeño bicho?─ Obanai se acomodó, dejando su cabeza sobre el hombro contrario, levantando su camisa con suavidad; tocando su vientre plano y desnudo a la vista.

─Tu hijo me hace vomitar todos los días, sin importar en qué lugar esté, es tu culpa.─ El Omega grita en un pequeño berrinche acariciando su vientre, captando y haciendo reír al Alfa. ─¡¿Tan difícil era colocarte un estupido condon?!─

Los ojos de Sanemi se abrieron con sorpresa antes de ahogarse con su propia saliva. Sí, así era su Obanai, su precioso Omega.

─Pero ¡Obanai!─ Sanemi interrumpe, es silenciado cuando sus labios fueron capturados por los suaves besos de su pelinegro.

Iguro Obanai era su todo, por lo que nunca se arrepentiría de nada.



Iguro Obanai era su todo, por lo que nunca se arrepentiría de nada

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⏰ Letzte Aktualisierung: Feb 20 ⏰

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