9 Raro

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Charlotte

Me coloqué el pijama y me senté en la cama a cepillar mi cabello antes de dormir. Era raro el ambiente.

No podía creer que Luka pudiese ayudarme con tanta facilidad a hacer las piruetas y los saltos si tenía años que no patinábamos juntos. La burbuja se rompió en el instante que me cambió de tema.

Me hice una trenza y me acomodé para dormir, tomé un libro y encendí la pequeña lámpara que colgaba en la cabecera de la cama, pero no pude concentrarme en la lectura. Dejé todo e intenté dormir, sin éxito.

Terminé levantándome un par de horas después y me coloqué una bata para salir por un vaso con agua, no era capaz de molestar a Olga por algo que puedo hacer por mi cuenta. Iba bajando las escaleras cuando unas voces hicieron que me detuviera antes de llegar abajo.

—La han atrapado —una voz masculina habló—, tu padre la encontró.

—Era cuestión de días, no iba a poder si Ben la había encontrado —otra voz siguió—. Me importa un carajo —era la voz de Luka—, ella estará a salvo o las cabezas rodaran.

—Pides cosas peligrosas —creo que es Iván—. Sabes que aquí nadie va a tocarla.

Una luz apareció al final del pasillo y me petrifiqué al ver a mi hermanastro caminar y detenerse al verme.

— ¿Qué haces aquí?

Mi cuerpo no respondía, tenía que moverme ahora. No quería morir aún.

—Y-yo... voy por agua...

Me obligué a hacerlo y terminar de bajar las escaleras, acelerando el paso hacia la cocina, pero no tardó en alcanzarme. Temía por mi madre.

¿A quién tenían? ¿Qué había pasado en mis días de ausencia?

— ¿Qué escuchaste? —Luka recargó sus manos en la isla, su mandíbula estaba tensa. Me serví el vaso con agua e intenté irme, pero me tomó del brazo—. Te hice una puta pregunta.

— ¿Te quejas de Jared y ahora actúas igual? —su agarre no era fuerte, pero si firme—. Suéltame.

— ¿Qué escuchaste?

— ¿A quién tienen? —Lo obligaría a darme respuestas. De pequeños siempre obtuve lo que quise de él—. Y dime la verdad, ya estoy cansada de este juego, Luka.

Su mirada se suavizó tanto que me conmovió. Siempre lo vi como alguien solitario, el señor Iván siempre estaba detrás de él para cuidarlo, para cuidarnos. Si algo pasaba, él estaba ahí para enmendarlo, él pagaba los platos rotos siempre.

—Todo lo que te dije era verdad. Tu madre le robó a la mafia, por eso las buscan, quieren que ambas paguen —me tomó del otro brazo—. Yo solo quiero protegerte, pequeña Lottie.

—Es que... no lo entiendo —dejé el vaso en la isla y tomé sus brazos del mismo modo que él tomaba los míos—. Papá... Viktor siempre me trató de un modo amable, cálido, al menos yo así lo sentía.

—Porque eras hija de esa mujer —soltó de pronto—. ¿Crees que no quise matarlo el día que se fueron? ¿Las palabras con las que se refirió a ti? Quería cortarle la lengua. Tú eras nuestra princesa, mí princesa, mi pequeña.

Trazó con su dedo índice el contorno de mi mandíbula y descendió por el cuello hasta detenerse en el centro de mi pecho. Contuve la respiración, me sentía extraña ante su presencia. Realmente no era mi hermano, ya no.

—Luka...

— ¿Sabes lo tortuoso que fue para mí estar alejado siete años de ti? No compartir espacio, tiempo, palabras —se acercó tanto a mí, alzó mi mentón obligándome a mirarlo a los ojos. Sus labios estaban a centímetros de los míos—. Yo te quería para mí y solo para mí.

Barrera de hielo (Saga "camino a la libertad 2")Where stories live. Discover now