𝖱𝗈𝖼𝖺 𝖾𝗇 𝖾𝗅 𝖼𝖺𝗆𝗂𝗇𝗈.

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Abrí mis ojos con pereza sintiendo el sol pegar en mi rostro, sonreí con ternura al mirar mi alrededor y sentir un brazos rodear mi vientre, estaba con él, ambos abrazados en completa paz.

Bostece antes de quitar su mano con cuidado, cosa que fue totalmente inútil, no tardó mucho en quedarse un rato más dormido, apenas toque su brazo abrió sus ojos de forma rápida y se sentó en la cama con agilidad.

Antes de que pudiera levantarse tomé su mano y lo acerque a mi cuerpo, su respiración era rápida y parecía estar nervioso, quizás con miedo.

-¿Pasa algo? -Pregunté mirándolo con preocupación-.

Daryl me miro durante unos segundos con atención antes de suspirar y abrazarme sin avisar, sonreí de forma leve aceptando el abrazo.

-Un mal sueño.. -Murmuró sobre mi cuello-.

-Bien.. -Murmuré de igual forma- ¿Vamos con los demás?

-¿No quieres quedarte un rato? -Preguntó por partes mientras dejaba besos húmedos sobre mi cuello-.

Negué de forma rápida poniendo ambas manos sobre sus hombros para poder empujarlo y alejarlo de mi cuerpo con más facilidad.

Él frunció el ceño ante mi acto repentino, lo entendía, yo nunca me negaba a un rapidín mañanero, pero esta no era la ocasión.

Le sonreí de forma tierna antes de levantarme y dejar un beso sobre sus labios.

-En otro momento.. ¿si? -Murmuré sobre su labios-.

Daryl asintió sin rechistar antes de levantarse y abrazarme nuevamente.

Amaba cuando era así de cariñoso.

[ . . . ]

Después de la mañana cariñosa y algo confusa que tuve por fin estábamos listos para poder escuchar la respuesta que nos daría Ezequiel.

Salimos de esa gran habitación siendo escoltados por Richard nuevamente, volvimos a hacer el recorrido al gran patio donde parecía que le enseñaban a las personas a defenderse y entrenarse.

-Así es la vida aquí, todos los días. -Murmuró el señor Ezequiel abriendo sus brazos de forma exagerada- Pero tuvimos que pagar un precio y yo quería más. Quería que nos extendiéramos, crear más lugares como este. Hombres y mujeres perdieron extremidades. Niños perdieron a sus padres porqué los envié a una guerra contra los débiles que en verdad... no les correspondía..

-Esto es diferente. -Dijo Rick caminando hacía él-.

-No lo es. -Negó-.

-Lo es. -Aseguró Rick- Los muertos no nos dominan. El mundo no es así fuera de tus muros. No a todo el mundo le va bien, a algunos no les va bien en lo absoluto.

-Debo preocuparme por los míos. -Murmuró-.

-Te llamas a ti mismo como Rey. -Murmuró Daryl a mi lado- No te comportas como uno.

-Tuvimos que pagar un precio por todo esto. -Dijo Ezequiel acercándose a él- Vidas, brazos, piernas, la paz que tenemos con los salvadores es precaria, pero es paz. Tengo que aferrarme a eso, tengo que intentarlo. -Murmuró una última vez antes de girarse y hablar de una forma más alta- Aún que el Reino no pueda concederles la ayuda que desean, pero el Rey comprende su situación. Por eso mismo ofrezco a nuestro amigo Daryl asilo todo el tiempo que sea necesario. -Fruncí el ceño ante sus palabras, me sujete del brazo de Daryl con fuerza, no lo dejaría de nuevo, no podía hacerlo- Aquí estará a salvo. Los salvadores no traspasan nuestros muros.

-¿Cuanto tiempo crees que seguirá siendo así? -Preguntó Daryl con molestía antes de girarse y jalar de mi brazo para poder dirigirnos a la salida del lugar-.

𝖠𝖥𝖳𝖤𝖱: 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗅 𝗉𝖾𝖽𝖺𝗓𝗈𝗌. Where stories live. Discover now