𝖭𝗎𝖾𝗏𝗈𝗌 𝗆𝖾𝗃𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖺𝗆𝗂𝗀𝗈𝗌.

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AFTER: en mil pedazos. ‼️

Solté un suspiro mirando con atención desde la habitación de Carl, como Simón y Rick caminaban por las calles de Alexandría.

Odiaba no poder estar ahí junto a papá o junto a Carl, que solo miraba desde lejos con odio total a los hombres de Negan.

Fruncí el ceño viendo como uno de los hombres caminaba directamente hacia la casa, enseguida me moví de donde estaba y busque con rapidez la navaja.

Solté un jadeo al escuchar el alboroto que se hacía en la planta baja, los gritos de Reichel me indicaban que no venían por nada de la casa o por ella.

“Vienen por mi”.

Di pasos leves hacia atrás, al escuchar las pisadas pesadas que me daban a entender que subían, solté un jadeo al ver como la puerta era abierta de forma brusca y un hombre con un cuchillo en mano entraba a la habitación.

—Hola, linda. —Sonrió en grande al verme— Es hora de ir a tú nuevo hogar. —Murmuró antes de acercarse a mi, tomarme de la muñeca, posar el filo del cuchillo en mi vientre y yo sentir todo mi mundo venirse abajo nuevamente— Solo obedece, tendrás que hacerlo si no quieres morir.

Asentí ante sus palabras con nerviosismo, antes de sentir el tirón que dió para que me moviera.

Caminé a paso lento intentando no dar movimientos bruscos para evitar cortarme.

“No quería perder a otro hijo, no otra vez”.

Baje las escaleras, tragando el nudo que tenía en mi garganta al ver a Reichel, quien tenía a Judith entre sus manos y me miraba horrorizada.

Asentí y le sonreí para que estuviera tranquila.

“Debía estar tranquila”.

El hombre apartó el filo del cuchillo de mi vientre y al poner un pie fuera de la casa, sentí como empujaba mi cuerpo de forma leve, para que caminara de forma más rápida.

Cerré los ojos con fuerza, sabía porque me llevaban ahí.

⚊“Yo sería el reemplazo”.

Abrí los ojos con cuidado y negué de forma rápida al ver a Carl acercarse de forma rápida a mi, pero ser detenido por Maya, quien veía toda la escena con una sonrisa enorme en sus labios.

Caminé a paso lento por las calles de Alexandría, sintiéndome totalmente humillada, derrotada, estúpida, en pocas palabras.

Detuve mis pasos de forma abrupta al ver una camioneta blanca ser abierta por Dwight, me di la vuelta y miré fijamente al hombre que me había traído hasta aquí.

—Camina. —Pidió de forma leve, antes de sacar el cuchillo de su estuche respectivo, nuevamente—.

—¿Puedo despedirme de mi hermano? —Pedí mirando a Carl por sobre su hombro, estaba preocupado, se notaba en su mirada— Por favor.

—No. —Negó de forma rápida, antes de tomarme del brazo con brusquedad—.

—No. —Murmuré intentando parar su caminar, que me hacía movilizarme a mi— ¡Por favor! —Grité—.

—Mira, ojitos lindos. —Dijo el hombre lleno de cansancio— ¿No puedes caminar y ya?, solo subes, no haces ruido y te despides con la mirada, fin.

—Vamos. —Insistí— Solo de él.

El hombre suspiro con cansancio, antes de buscar con la mirada.

—¿Quién es tú hermano? —Preguntó de pronto, soltando su agarre—.

—El de sombrero. —Respondí de forma rápida—.

𝖠𝖥𝖳𝖤𝖱: 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗅 𝗉𝖾𝖽𝖺𝗓𝗈𝗌. Where stories live. Discover now