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Damian creció bajo dicho concepto, pues nunca conoció nada más hasta que su padre de unió a su vida. Era extraño, por un tiempo buscó demostrar lo que era
"Porque yo estoy en lo alto y el resto está por debajo de mí"
Creyó aquellas palabras por mucho tiempo, claro, para ese entonces solo conocía un concepto de vida, un concepto donde cumpliría las expectativas de su madre y/o abuelo. No tenía voz. Sin embargo, ellos no forman parte de su vida ahora, no, todo había dado vueltas y aunque le cueste admitirlo, todo dio vueltas para bien....más o menos.
Ahora tenía hermanos. Tenía una familia, peculiar, pero era su familia. No siempre se llevaban bien, no siempre estaban de acuerdo y por más que los insulte hasta el cansancio los queria, no, los amaba.
Aunque si hablamos de Drake.....podríamos discutirlo.
Ahora era ¿normal? Bueno, llevaba en sus hombros el manto de Robin y eso no era muy normal, sin embargo, su doble vida era normal. Iba a la escuela y quizás estaba presumiendo, pero era execlente alumno—claramente— No obstante, entre sus profesores había un pensamiento en común, estaba el 80% seguro que era joderle, mientras que el 20% restante no quería admitir que tenían razón.
No tiene amigos, tampoco los quiere. Sin embargo, ese era el motivo por el cual lo llamaban cada día, como si se hubiesen puesto de acuerdo los muy desgraciados. Pero, Damian Wayne no se quedaría de manos cruzadas, tenía el suficiente orgullo como para simplemente resignarse.
Haría un amigo, aunque fuese lo último que hicera.
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──Bien, agrupense con un amigo y abran su libro en la página 56.──Habló el profesor y al segundo siguiente el sonido de las sillas inundó el aula hasta que todos estuvieron reunidos en parejas.
Bien, esto era mucho más difícil de lo que parecía. Miró a todos lados, todos ya estaban agrupados, chasqueo la lengua con molestia, el día sería bastante largo.
Artes plásticas era la siguiente clase, generalmente, era una clase que la mayoría de veces se solía hacer en grupos, dado que eran pequeñas actividades recreativas con el fin de unir a los alumnos. Damian siempre había hecho esta clase solo, aunque estuviera en un grupo el resto simplemente lo encontraba demaciado raro
¿Será su cara el problema? ¿Su forma de actuar? ¿Cómo debía comenzar? ¿Cómo debía comunicarse? ¿Qué debería decir? Esta situación comenzaba a darle ansiedad.
──Damian ¿aún no encuentras un compañero?──La maestra de artes se dirige a él tan dulce, fuera de lo que muchos pensarían, era una muchacha joven con un aura demaciado relajante y empalagosa.
──Lo haré sólo──aseguró, sin embargo inconscientemente apretaba sus puños de la repentina decepción hacia si mismo.
──Cariño, podemos integrarte a otro grupo ¿que te parece?──La maestra insistió con cierto reflejo preocupado en sus ojos.
