**Capítulo 1: Los Vínculos de Sangre**

5 1 5
                                    




En las vastas llanuras que se extendían más allá de los límites de los territorios escarlatas, Shiro y Budō corrían libres, sus risas resonando en el aire fresco de la tarde. Los dos adolescentes, herederos de las poderosas ramas puras de su raza, eran inseparables desde la infancia. Con cabellos rojos ondeando al viento y ojos centelleantes, irradiaban la energía y la vitalidad característica de los de su linaje.

—¡Mira, Shiro! ¡Puedo saltar este arroyo! —exclamó Budō, entusiasmado, mientras se lanzaba con gracia sobre el agua cristalina.

Shiro rió, observando cómo su amigo aterrizaba con destreza al otro lado del arroyo. Sin embargo, en la mirada de Shiro, había un destello de melancolía que no pasó desapercibido para Budō.

—¿Qué sucede, Shiro? —preguntó, acercándose a ella con curiosidad.

Shiro suspiró, apartando la mirada hacia el horizonte lejano donde se vislumbraban las aldeas humanas.

—No entiendo por qué disfrutas tanto de estas travesuras, Budō. Los humanos no son más que ganado para nosotros. No veo la razón para relacionarnos con ellos —respondió ella con frialdad, su voz cargada de desdén.

Budō frunció el ceño, sorprendido por la actitud de su amiga.

—Shiro, ellos también son seres vivos. No podemos simplemente ignorar su existencia —replicó él, buscando encontrar un punto de entendimiento.

—No me importa. No necesitamos a los humanos para nada. Son débiles y despreciables —afirmó Shiro con determinación, sin mostrar signos de ceder en su postura.

Budō suspiró, sabiendo que no podía cambiar la mente obstinada de su amiga en ese momento. Decidió cambiar de tema, intentando desviar la conversación hacia algo más ligero.

—¿Qué te parece si exploramos ese bosque que está más allá de las colinas? Siempre me ha intrigado qué secretos podría esconder —propuso Budō, con una sonrisa esperanzadora.

Shiro asintió, dispuesta a dejar de lado sus pensamientos sombríos por un momento.

—Está bien. Pero no te alejes demasiado, ¿entendido? No sabemos qué peligros podrían acechar en esas profundidades —advirtió ella, con un destello de preocupación en sus ojos.

Budō sonrió, asintiendo con entusiasmo. Juntos, se adentraron en el oscuro abrazo del bosque, sin saber que ese día marcaría el inicio de una serie de eventos que cambiarían sus vidas para siempre.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 01 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Un Mismo PasadoWhere stories live. Discover now