𝐗𝐈𝐕

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Capítilo número catorce.

Capítilo número catorce

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Kala. 29 de octubre del año 2023.

Abro mis ojos mesuradamente, somnolienta, confundida y desubicada por unos instantes.

Un sonido conocido suena intenso en mis tímpanos, y justo cuando me doy cuenta de que se trata de una llamada entrante a mi teléfono, me levanto apresurada de la cama hacia el aparato en mi escritorio pequeño de la habitación; y ante el nombre que aparece en la pantalla, frunzo el ceño con extrañeza.

Nick Wilson me está llamando.

Son las 4:22 de la madrugada, ¿Por qué razón me llamaría si no fuera algo urgente?

Contesto aún somnolienta, y a penas escucho el ruido indescifrable en la otra línea, algo entre gritos, gemidos, órdenes, una punzada de nervios invade mi estómago, acompañado con la electricidad recorrer por mi columna dorsal.

- Kala.

Nick menciona mi nombre en un tono de voz extraño; alterado, pareciera que camina apresurado.

- ¿Qué sucede Nick? -pregunto confundida, con la voz ronca.

- El Mayor ha sido asesinado. -dicho esto, escucho una puerta siendo cerrada y por el sonido, deduzco que ha entrado en un vehículo.

Ante la noticia una punzada azota grotescamente mi estómago hasta el punto de las náuseas, mi cuerpo se estremece por el terror que me ataca y los nervios estallan sin piedad.

No, no de nuevo... No otra noticia de asesinato.

- ¿Qué? -jadeo con la voz afectada por la noticia.

- Ashley, tranquila, hemos encontrado su cuerpo ya. Fue alrededor de las dos de la madrugada en... -se detiene de repente dudoso. Da un suspiro y luego continúa-: en su propia casa.

Siento por unos instantes que el aire me falta y abro mi boca para poder respirar mejor.

- ¿Cómo en su casa?, ¿Es que acaso no hay guardias protegiendo después del tiroteo en el Despacho...

- Calma Ashley -me detiene al darse cuenta de mi estado-. No sé cómo pudo haber pasado, le hemos encontrado enterrado en el patio de la estancia, los oficiales están buscando respuestas del cómo fue que pasó pero... -vuelve a detenerse, y temo que pueda decir algo peor a continuación.

Y justo como lo temo, sucede;

- También vivía con su esposa, y sus nietos estaban pasando una semana con él. Creemos que -hace una pausa y ante eso suspiro pesadumbrada, mirando hacia los lados incrédula-. Creemos que hayan muerto también ya que no los hallamos por la casa.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐚𝐜𝐡𝐨 108 © [𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐓𝐎✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora