Hay algo en nuestro pasado

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Hay algo en nuestro pasado que me inquieta...

Mentiría si asegurara que el desazón es el pan del día a día, sin embargo, las membranas de antaño se han negado a abandonarme, aún a sabiendas de mi elección. No sé si algún día se irán.

Las disonancias en mi persona he aprendido a confrontarlas con compasión más nunca ternura; los conflictos mentales de dos certezas tan definitivas como ambiguas tienen efectos colaterales que ocasionalmente, intento ocultarte.

Hay algo en nuestro pasado que se esconde...

Se escabulle de los ojos curiosos, se oculta con el consentimiento, de ambos, sabiendo la asimetría que intenta cubrir. Creo que lo consigue con éxito; no sabría decir si es capacidad tuya o mía, o quizás de lo que nos une.

A veces he pensado que lo olvidaré, fantaseo con la ilusa idea de que los retazos de nuestra vida confirman mi anhelo. Que la calma y la tranquilidad que gobiernan nuestra convivencia se traducen en el deseado: obstáculo superado.

Hay algo en nuestro pasado, que me deja mudo....

El miedo me provoca cólera, porque soy consciente de la injusticia de mis temores; tan asustado de perder el equilibrio de pareja  con reclamos del pasado. No consigo un punto intermedio entre el dolor, la cautela y la seguridad.

Cuando sucedió, hablamos tanto que imagino que quedamos agotados; grité tanto que me quedé sin ganas de vocalizar de esa forma; maldije tanto, que me quedé seco en mi acervo. Quizás sólo son cuentos que me narro a mi mismo con la esperanza de que lo que no se nombre, eventualmente deje de existir.

Hay algo en nuestro pasado que me mantiene vulnerable...

Tantas veces en el pasado, pensé que nunca atravesaríamos algo así, al menos no de la manera en que el terror aconteció. Peco de orgulloso y egoísta, pero la falta me figuré siempre que si llegara a existir, formaría parte de mi.

Aún no decido dónde estuvo mi error, si te idealicé demasiado, sí te creí las palabras rebozantes de amor obsesivo que me mantenían en sedación y narcisismo. Me reprendo cuando internalizo por momentos, que nunca estuvo mal confiar en ti.

Hay algo en nuestro pasado...que no ha quedado en el pasado

El eco del confrontamiento ocasionalmente lo siento descentralizado de nuestras personas, de la relación que la mayor parte del tiempo, se me figura más allá de lo estable. Probablemente me equivoqué  en la conceptualización de nuestros intentos, jamás quisimos soltarnos.

Siempre pensé que yo, Ataru Moroboshi, era mejor y más fuerte que cualquier mierda de ese tipo, aunque sinceramente ni en más oscuras pesadillas, lo imaginé como probable. La verdad me abofeteó con merecida violencia: siempre soy débil, cuando se trata de ti.

Lo incrédulo, insólito y hasta risible del caso  fueron los aparentes roles invertidos, aquella persona de la que siempre se obtuvieron esbozos de algo parecido a la deslealtad, convertido en un animal herido.

Hay algo en nuestro pasado, que duele...

La crisis fue antesala de algo mucho más tétrico y honestamente, cruel. La forma en que mi cerebro decidió enfrentar y procesar  aún no la entiendo y si hubiera podido decidir manualmente mis funciones cognitivas, elegiría aquellas asociadas a la huida y la evitación. Acostumbrado ya al dolor físico, nunca figuré que la flaqueza de mi mente iba a mostrarme el peor de los suplicios.

Ante la constante seducción de perseguir  la simetría, en el afán de encontrar diálogos igualitarios, he querido convencerme de que tuve algo de culpa, que te fastidié de alguna forma, que debí atender de mejor manera nuestra relación. En el fondo, sé bien que la responsabilidad de tus acciones, son únicamente tuyas; y aunque quiera inventar historias y explicaciones al por qué hoy estamos mejor que nunca, sé que no existe justificación para lo que hiciste.

Hay algo en nuestro pasado | URUSEI YATSURA |Where stories live. Discover now