𝖠𝖥𝖳𝖤𝖱: 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗅 𝗉𝖾𝖽𝖺𝗓𝗈𝗌.

𝗧𝗲 𝗮𝗺𝗼.

Las cosas parecían seguir su curso normal después de dos días desde el caos entre Alexandría y el Santuario.

Por lo menos eso era lo que veía desde una de las ventanas de mi casa, no volví a salir de ella, no después de ver a Daryl, estaba decepcionada de mi misma, me daba vergüenza que los demás me vieran de está forma, quería hablar con ellos, decirles todo lo que pase ahí adentro y el porque Negan sigue vivo, ¿pero y luego?, me daba miedo sus reacciones, más que todo la de Daryl.

Era notorio mi comportamiento extraño, muchos intentaban acercarse a mi, más que todo Carl y Reichel, pero yo lo único que hacia era rechazarlos.

Daryl.. bueno, él pasaba mucho tiempo junto a mi, vivimos en la misma casa, lo evitó y ahora duermo en la habitación que era de Dereck.

Me sentía una hija de puta, pero algo que salía de mi de la nada, no podía venir, sonreírles y decirles que todos estaba bien, no era así.

¿Ya me vieron?, Dios, vengo echa mierda y Negan no tenía ni un rasguño, tengo una cicatriz en la cara y otra en la pierna, un cuchillo me atravesó una mano y tengo mi cuerpo lleno de moretes, Dios, ¿qué tiene Negan?, una linda sonrisa y un bate en su mano, eso nunca va a cambiar.

No dejaba de pensar en todo lo que ocurrió en ese lugar, no dejaba de pensar en todas las oportunidades que tuve de matar a Negan y ninguna aproveche por mi estupidez, yo fui a matar a todos menos a él.

Extrañaba a Isaac, no pude despedirme de él, los últimos días que estuve en ese lugar fui muy egoísta con él, no lo volví a visitar a la enfermería y la última vez que lo vi le pregunté si era gay, increíble.

También extrañaba a Perro, lo extrañaba tanto, dolía no estar a su lado, fue mi única compañía en ese lugar, fue el que me hizo reír, el que durmió conmigo y me dió calor, fue el único que me vió llorar sin intentar detenerlo, Perro era como un hijo para mi.

Solté un suspiro guardando la cadena que colgaba de mi cuello por debajo de mi camisa y apague el horno cuando sonó, así justo como me lo describió Tara unos minutos atrás.

La chica sin avisar entró a mi casa y no tardó en sacar todo de la cocina para ponerlo en la mesa, ya era medio día, estaba nerviosa y no entendía lo que pasaba, cuando escuche pasos acercarse a casa lo entendí todo.

Me di la vuelta y mire con atención la ventana, dándole la espalda a la puerta por la que estaban entrando todos.

—Rosita, detente.

Escuche la voz demandante de Rick antes de sentir como tomaban mi brazo y sin cuidado alguno me daban la vuelta.

Fruncí el ceño y me solté de su agarre con brusquedad, la mire con molestía, la cual ella percibió al instante, ¿qué mierda le pasaba?

—¿Qué hicieron con Eugene? —Me preguntó con molestía como si yo tuviese la respuesta a todo— ¿Por qué él actuó de esa forma, Ellie?

—No lo sé. —Respondí y me cruce de brazos—.

—¡Si lo sabes! —Me grito—.

—¡Rosita! —Grito Rick intentando detener a la furiosa Rosita que yo tenía en frente—.

—¡No!, ¡estoy cansada de toda está mierda!, ¿¡no lo entiendes!? —Grito dándose la vuelta para ver a Rick— ¡Eugene llegó ahí por su culpa! —Me señalo— ¡Sasha murió por su culpa, no pudo matar al hijo de puta en las tres semanas que estuvo ahí, Sasha tuvo que ir a hacerse cargo!, ¡ese hijo de puta la mató!

—¡Él no la mató! —Grite deteniendo el hablar de la mujer, daba conclusiones de la nada sin saber lo que pasaba—.

—¿Qué? —Murmuró Rosita después de un rato, dió dos pasos atrás y se cruzó de brazos esperando una respuesta—.