𝐗𝐕𝐈

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Capítulo número dieciséis.

Capítulo número dieciséis

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Kala. 29 de octubre del año 2023.

- Exacto -responde en el tono de voz anterior- de no ser que usted no se metiera más en el caso, mi esposa seguiría aquí -ante eso, no puedo evitar sentirme culpable-. Salga de mi casa, y deje que muera en paz.

- ¿En paz? -inquiero alzando ambas cejas-. Paz sería morir sabiendo que atraparon a los asesinos de su hijo y mujer, paz sería tener la confianza de que los culpables están presos y no van a cobrar venganza -aún hablando, me acuerdo de que no sólo se trata de unas personas, sino de un grupo más grande, lo cual apunta; más difícil de neutralizar- paz sería sentirse seguro, sin temor a ser asesinado sanguinariamente -continúo-. Prometí a Anna encontrar respuestas en dos semanas, ésta es la segunda -hago una pausa dando un paso hacia delante-, y por encima de su decisión, estoy más que dispuesta de cumplir mí promesa.

- Pero debe tener mi autorización, y yo no permito que

- ¿Qué?, ¿Que siga viviendo en incertidumbre, asustado, angustiado? -inquiero cortándole-. Sr. Miller, la justicia puede traerle paz, la que se está arriesgando soy yo, no usted. -expongo en un tono más sereno.

Él entorna los ojos, dándome una mirada analítica, vacilante, tal vez su experiencia de tantos años vividos le está ayudando a darse cuenta de que sí estoy dispuesta a lo que sea.

- Pero aún así Ashley, estoy en la mira de éstas personas tanto como usted lo está. Y si ahora se retira, se lo agradecería.

- No puedo -insisto dando otra paso hacia delante, decidida-. Como le dije; aunque pase por encima de usted, cumpliré mi promesa.

- Eres testaruda.

- Testaruda en cuanto a deber, sí.

- Es arriesgado jovencita.

- Lo sé -insisto- si no lo supiera, ¿Cree que seguiría en el caso de su hijo? -pregunto alzando ambas cejas, dándole peso a mis palabras.

Él se lo piensa, duditativo. Pasan unos segundos en donde pido en silencio que diga que sí, que puedo continuar el caso, que tiene cosas que decirme, y poder solucionar este caos.

- Bien -jadea acompañado con la afirmación-. Puedes pasar -ante eso, comienzo a caminar.

Solo que, justo al pasar de su lado, me detiene poniendo su mano en mi hombro izquierdo.

- Pero eres consciente de que sigue la persecución en contra de tu familia, y la mía. -susurra en un tono de voz confidencial.

Esas palabras provocan que mi cuerpo se estremezca ante la sola idea de mis padres o los suyos muertos, mi estómago se revuelve y los nervios estallan como si estuvieran contenidos de hace rato.

- Sí. -respondo con el ceño fruncido, en un tono de voz seguro de mí misma.

Él asiente, y ambos entramos a la casa.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐚𝐜𝐡𝐨 108 © [𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐓𝐎✓]Where stories live. Discover now