𝗠𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗼𝘀.

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—¿Esa no es la perra de Negan? —Preguntó uno de los hombres con burla—.

Fruncí el ceño ante sus palabras.

—Si. —Respondió Isaac de forma segura— El resto corrió al galpón principal, yo me encargó de ella. Ganaré puntos con el jefe. —Solté un jadeo con enojo al ver como pasaba el arma con mi cara con burla— ¡Rápido!

Me removí con brusquedad entre sus brazos sin saber que pasaba aún, estaba confundida, tenía miedo, ¿tanta amabilidad?, ¿todo lo qué habíamos pasado era falso?, ahora me quitaba mi propia arma y me apuntaba con ella, ¡me llevaría con Negan!, fui estúpida, muy estúpida sin duda.

Observe la espalda de los hombres perderse por los pasillos con rapidez dándose órdenes entre sí.

Me removí con brusquedad nuevamente, esta vez logrando soltarme, me di la vuelta y empuje su cuerpo con molestía, logrando que este pegara contra la pared. Tomé la otra arma que colgaba de la cinturilla y sin esperar a que él pudiese tomarme de nuevo lo apunte.

—¿¡Qué demonios pasa contigo!? —Le grite sintiendo mis manos temblar y mis ojos arder, él no—.

—Tuve que hacerlo.. —Murmuró con tranquilidad devolviéndome el arma— Ellie, estoy contigo. Siempre he estado contigo.

—Estúpido.. —Murmuré entre dientes bajando mi arma y empujando su mano para que se quedara con la otra—.

—Tenemos que irnos. —Dijo de forma nerviosa antes de adentrarse a la habitación del tipo que mate, él hizo el cuerpo a un lado y no tardó en levantar el colchón—.

Mis ojos se iluminaron al ver tres ametralladoras sobre las tablas de la cama y un par de pistolas, reconociendo enseguida el arma que me había dado mi padre cuando me independice.

Me pasó una de las ametralladoras para después entregarme el arma de mi padre y el tener la otra, acaricie con la llena de los dedos el mango del arma, la había extrañado como la mierda.

—Este lugar será un desastre dentro de unos minutos. —Me indicó dejando el arma en su cinturilla, imite su acción y acomode de mejor forma la metralleta entre mis manos— Tomaremos un carro e iremos al puesto de avanzada sur. Vamos.

Fruncí el ceño ante sus palabras, sin poder decir nada seguí sus pasos con torpeza sintiendo los nervios crecer en mi al escuchar los disparos a lo lejos.

—Isaac.. —Lo llame intentando seguir su caminar— ¿Por qué mierda iremos ahí? Le prometí a Rick que apenas te encontrará iría directo a Alexandría, eso haré.

Ellos tienen a tú padre. —Sentí mi respiración acelerarse al escuchar sus palabras—.

La tensión volvió a mi cuerpo, sentí mis rodillas flaquear haciendo que de forma estúpida tropezara con mis propios pies, de pronto el aire a mi alrededor pareció hacerse más espeso, dificultando mucho más mi respirar. Mi garganta dolió ante el gran nudo que se formó en ella y todo mi alrededor parecía dar vueltas.

Pude ver como Isaac se daba la vuelta y detenía mis pasos, sentí como mi cuerpo se tambaleaba haciendo que me sostuviera de sus hombros de forma brusca, podía ver su boca moverse pero no lo escuchaba, un sollozo salió de mis labios ante la simple imagen de papá muerto, un zumbido en mis tímpanos se hizo presente, abrí mis labios en busca de aire pero no podía, simplemente no podía.

Un ataque de pánico, eso era.

Mi cuerpo fue levantado de forma nupcial, me aferre al cuerpo de Isaac viendo con atención como los pasillos parecían hacerse más pequeños y asfixiantes.

𝖠𝖥𝖳𝖤𝖱: 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗅 𝗉𝖾𝖽𝖺𝗓𝗈𝗌. Où les histoires vivent. Découvrez maintenant