𝐗𝐕𝐈𝐈

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Capítulo número diecisiete.

Capítulo número diecisiete

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Kala. 29 de octubre del año 2023.

Él pone en marcha el vídeo, y miro detalladamente cada partícula de el contenido; la fecha del vídeo es del 3 de agosto, tres días antes de su desaparición y reporte, la ruta es sencilla, nada complicado.

Frunzo el ceño, entorno los ojos, y, cuando se termina el vídeo, le doy replay para poder ver mejor; cuando noto la vuelta que da él en su auto, mi frente hace pliegues en mi rostro aún más. ¿Por qué coge por el camino más largo?. Miro nuevamente el vídeo, y mi cerebro hace una imagen mental del lugar por donde ha ido, y luego anoto la dirección en dónde se quedó ocho horas, que deduzco, sea su casa; es grande.

Cuando me levanto de la silla, y pongo la libreta y lapicero en mi cartera de pierna, me he dado cuenta de que Gill ya no se encuentra por ninguna parte de la habitación.

Miro hacia todos los lados extrañada y ansiosa. ¿Dónde rayos está?

Salgo del cuarto en dirección al pasillo y al llegar a la sala de estar, veo al señor mayor poner dos tazas de café recién echo sobre la mesa que divide los dos sofás.

Mi respiración se ve interrumpida ante el súbito aumento de mi adrenalina, y mi pecho sube y baja.

- Puedes sentarte a tomar una taza de café -dice sentándose, sin mirarme-. Es bueno disfrutar los últimos momentos de vida, ya no tengo nada que perder.

Suspiro al escuchar eso.

- Usted no va a morir, porque yo no lo voy a permitir -digo mientras me acerco a él.

- Eso es inevitable Ashley -dice después de tomar un sorbo de café-. Ya vienen, en cualquier momento atacan.

Eso provoca que mi piel llegue a erizarse, mi estómago se revuelve, y miro con desagrado la taza de café en la mesa.

- Necesito irme para buscar refuerzos -comienzo a caminar apresurada hacia la puerta.

Y a penas pongo una mano en la perilla, él garraspea.

- ¿Me vas a despreciar el café? -pregunta en un tono aparentemente sereno-. Anna decía que lo hacía muy rico.

Ante su comentario sínico, no puedo evitar fruncir el ceño y verle el rostro de lunático.

- ¿Usted disfruta ésto?, ¿Toda ésta persecución, muertes de inocentes, familias afligidas? -acabando de decir esto, noto la pequeña sonrisa ladeada en su rostro y ahí obtengo la respuesta- Sí, para qué pregunto. -digo más para mí que para él.

𝐃𝐞𝐬𝐩𝐚𝐜𝐡𝐨 108 © [𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐄𝐓𝐎✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora