Prólogo

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Un hombre camina lenta pero firmemente por el pasillo de un laboratorio.

Tap. Tap. Tap.

Ya era bastante tarde, asi que el laboratorio estaba vacío y oscuro, lo único que se escuchaba eran los pasos de este hombre.

El hombre vestía un uniforme militar y, al juzgar por los dos soles en su chaqueta, él es un teniente coronel del ejército Argentino.

Tap.

El teniente coronel se detiene frente al único lugar en todo el laboratorio que estaba iluminado. La puerta estaba completamente abierta, por lo que podía ver el interior.

Adentro, era un salón completamente blanco, repleto de mesas largas de metal con tubos de vacío sobre ella, algunos estantes con frascos que contenían criaturas extrañas, varios experimentos y maquinas que el teniente coronel no podía entender en lo absoluto.

Frente a una de las mesas, a espaldas del teniente coronel, estaba un hombre con una bata blanca de científico, su cabello castaño claro era completamente puntiagudo hacia arriba.

Al ver al hombre, el teniente coronel entra y le dice_ ¡Teniente coronel Ramírez repotandose! ¿Para qué me necesitaba, señor?_ al parecer, el científico lo habia llamado para darle una orden.

_Ya casi está lista el arma......necesitamos voluntarios para poder completarla_ dice el científico con una voz ligeramente emocionada.

A Ramírez no le sorprende que el científico fuera directo al grano.

_¡A sus ordenes señor! Mis hombres se encargarán de buscar voluntarios_ contesta con firmeza, pero sus ojos miraban al científico con desconfianza.

Ramírez hace ya varios meses que está trabajando bajo las órdenes de este científico, asi que ya sabia como este hombre hacia las cosas, por lo que pregunta con cautela _Señor.......si me permite saberlo ¿qué es lo que hará con los voluntarios?_.

Al escuchar la pregunta, se forma una sonrisa siniestra en los labios del científico, pero lamentablemente, Ramírez no logro ver esa sonrisa.

_No se preocupe......._ el científico voltea hacia Ramírez y lo mira con unos ojos tan azules que parecian un profundo mar que, una vez intentes mirar el fondo, te tragaria para ahogarte.

_.......Solo tenga en cuenta que esto terminará con la guerra_ dice el científico con una sonrisa en su rostro.

Al escuchar esto, el teniente coronel Ramírez aprieta los puños con fuerza mientras mira al hombre que esta frente a él, lo mira con la esperanza de que realmente todo esto pueda acabarse y pueda regresar a casa en paz con su esposa y sus hijos.

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