8. Una Vinta

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—Nadeem.

Brian se quedó explicándole todo a Mindy mientras yo subía las escaleras de caracol. Un fuerte mareo me hizo cerrar los ojos unos segundos y no calculé bien a dónde iba. Cuando pensé que me había caído, unos brazos me atraparon.

—Ey, ¿estás bien, chica del piano? —me pregunta Trevor, sin pizca de gracia, más bien parece preocupado.

Me aparto de él rápidamente y subo el último escalón.

—¿Y a ti qué te importa? Nos conocimos hace ocho horas —le respondo, cabreada, pero sin motivos.

—Vale, nos vemos luego, adeu —exclama él con una sonrisa en la boca.

Una vez en la puerta de mi tía, respiro hondo y llamo.

—Pase —dice mi tía en un suspiro.

—¿Puedo hablar contigo, Sirenia? —le digo mientras cierro la puerta.

Ella levanta la vista y asiente. Me siento en una de las sillas y le pregunto:

—¿Es verdad que puedo tener varias habilidades mágicas?

Ella levanta las cejas y luego la cara entera para mirarme.

—¿Perdona? —dice perpleja.

—Que si es verdad que puedo tener múltiples habilidades mágicas como le dijiste a mi madre aquella noche —pregunto sin rodeos. Estoy harta de esto.

—¿Cómo... cómo lo sabes? —deja el bolígrafo en la mesa y ahora soy yo quien enarco las cejas.

—¿Es verdad o no, tía? —pregunto un poco arisca, pero al fin y al cabo me ha estado mintiendo.

—Nadeem, no quería mentir...

—¡Demasiado tarde, tía! Lo he visto. He visto cómo mi madre me entregó a un portal aquella noche. He visto la cripta de mis padres. He tenido una maldita visión que me ha dejado en el suelo, ¡y todo porque no me dices la verdad! —digo elevando la voz. Cojo una bocanada de aire cuando termino y ella se le pone cara de horror.

—Has tenido una visión —susurra.

—Te lo acabo de decir —digo ahora yo desconcertada.

—¿Qué has visto en esa visión, Nadeem? —esta vez no me habla como tía, sino como directora.

—He visto la noche del bosque, pero no por completo. Luego me ha llevado a la cripta de mis padres y en una mesa estaba mi grimorio. Cuando se ha abierto, desprendió una luz azul intensa y llegué a leer...

—¿Qué llegaste a leer? Dilo ya, Nadeem.

—Hidroquinesis —digo en un pequeño murmullo y mi tía se levanta de su silla de un salto.

—No puede ser —dice dando vueltas sobre sí misma—. ¿Te ha pasado algo más aparte de la visión? —pregunta más preocupada que antes.

Dudo en si contarle o no, pero lo hago.

—En el lago, mis manos desprendieron luz azul y me elevaron a la superficie. Impidió que muriera ahogada antes de que Brian Davis me salvara, arriesgando la suya. —Ella se gira para mirarme con seriedad.

—¿Has dicho Davis? —exclama como si la hubiera insultado.

—Sí, es mi amigo —respondo con voz ronca.

—¡Tu amigo, un Davis! —dice indignada.

—¿Qué pasa con que sea Davis, ni que me fuera a matar como su padre intentó hace dieciocho años? —suelto sin pensar.

El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang