𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌 | 𝖫𝖾𝗈𝗇 𝖪𝖾𝗇𝗇𝖾𝖽𝗒

𝐑𝐄𝟒:𝐑 → 𝐗𝐈

—¿Te sientes mejor?

Leon dirigió una mirada inquisitiva hacia Hasley mientras este último ajustaba con cuidado la venda en su mano y se enfundaba de nuevo el guante de cuero. La tensión en el aire era palpable tras el reciente incidente.

A pesar de que no se sentían del todo confortables por el contratiempo, era evidente que también estaban experimentando dolor físico. Con el reloj marcando su constante avance y los problemas acumulándose sin tregua, no había margen para la complacencia; era imperativo que encontraran a Ashley cuanto antes.

—No demasiado... Pero aprecio tu gesto de todas formas —La voz sobresaltada de Hasley resonó en los oídos de Leon, quien sintió una ligera presión al escuchar sus palabras.

—Acércate.

Mencionó señalando hacia la parte posterior de su cabeza con la mano que provocó un palpitar acelerado en el corazón de Hasley. Aunque ella no podía precisar la razón exacta, continuó con una expresión ceñuda y un fruncimiento característico del entrecejo, típico de ella.

"Es curioso, en verdad, Hasley resulta ser un enigma para todos" Al menos así lo pensaba Leon.

—¿Pasa algo? —Esa tensión latente entre ellos se magnificaba; Leon percibía la conexión y trataba de ignorarla, mientras que Hasley optaba por hacerse la desentendida respecto al asunto.

Por supuesto, no estaban dispuestos a aceptar esa situación y estaban decididos a considerarla como algo temporal.

Tanto Leon como Hasley habían experimentado cambios notables en su apariencia física. Hasley exhibía rasgos más afeminados y una expresión facial fría, mostrando una seriedad y enfoque meticulosos en cada aspecto de su entorno, desde los detalles más notorios hasta los más insignificantes. De manera similar, Leon mantenía su ceño naturalmente fruncido, lo que le confería¹ una apariencia más decidida, seria y madura.

A pesar de mantener una distancia prudente entre ellos, ambos podían percibir esa calma serena que los envolvía mutuamente.

¿Por qué Leon se sentía tan sereno teniéndola cerca?

Para ser sinceros, este solía sentirse algo incómodo en la cercanía de las mujeres, aunque disimulaba esta incomodidad con maestría. Sin embargo, al estar con Hasley, experimentaba una sensación de paz y comodidad, recordando los momentos en los que disfrutaban de su compañía juntos.

—¿Acaso te enredaste en una telaraña? Tienes hilos blancos por todo tu cabello —Le mencionó, frunciendo ligeramente las cejas rubias mientras dejaba escapar una risa tranquila.

—Ah, debió ser cuando caímos a la planta de abajo.

La risa de Hasley tenía el poder de embellecerlo todo para él, era tentadora en el mejor sentido posible.— Mierda... —pensó desviando su mirada.

Leon no sabía exactamente cómo explicar la sensación que le producía ver a la chica de cabellos oscuros sonreír de manera peculiar aislando un poco su rostro.

—¿Cuando caí y estuviste con Ashley? —Remarcó mientras retiraba los restos blancos de su cabello.

—Ajam —Asintió ella, deslizando sus ojos hacía los de él nuevamente—. No me había percatado.

"¿Qué pensará ella de mí? Probablemente me juzgue como un insensato..." Reflexionó el joven tras apartar gentilmente sus manos del cabello oscuro.— Tenemos que encontrar a Ashley. No quiero desencadenar más problemas y dudo que Luis se digne a aparecer.

Sus se curvaron ligeramente al hablar, una característica que resultaba irresistible para Hasley. Nunca antes había considerado mirar a Leon con otros ojos, pero ahora lo estaba haciendo inconscientemente.