El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]

14. La nieve

-Nadeem.

Hace rato, nos informaron de que nuestra Villa Arcalle ha sido atacada por bandas de marginados escoceses. No es la primera vez que atacan nuestra Villa, pero sí la primera en la que utilizan sus poderes.

Antes de ayer, después de dormir con Brian, no tuve ninguna pesadilla más y pude descansar; hoy estoy llena de energía. La semana que viene volvemos a las clases habituales, por lo que quiero pasarlo bien esta semana.

Me encuentro con Mindy en la habitación. Es mediodía y Brian salió para traerme comida, no se ha separado de mí desde que me desmayé y no me molesta; al contrario, me encanta que esté conmigo, pero siento que está dejando de lado sus cosas por mí y eso sí que no me gusta.

—¿Entonces, Davis y tú, tenéis algo? —pregunta Mindy mientras yo me visto en el baño, después de una larga ducha. —Como estos días no te ha dejado sola y habéis estado tan juntitos.

Salgo del baño y abro la gran ventana de mi habitación; diviso cómo está todo nevado por el invierno, asomo la cabeza y respiro aire fresco. No he salido en cuatro días, me siento presa.

—Así es, somos novios. —respondo sentándome a su lado.

—Y así tan tranquila me lo dices —exclama ella como si le hubiera insultado.

—¿Y cómo quieres que te lo diga? —pregunto arisca.

Hoy no estoy de mejor humor que ayer, Trevor y mi tía me tienen vigilada. Mi tía ha venido como unas nueve veces ayer y Trevor no pasa de la puerta, solo pasó cuando se enteró de que estaba despierta.

—No sé, más... ilusionada.

—Estoy súper emocionada y muy feliz, pero te recuerdo, Mindy, que hace cuatro días me pusieron en ridículo delante de toda la escuela, que me desmayé y estuve inconsciente dos días y que llevo aquí encerrada otros dos. ¿Cómo pretendes que esté? —pregunto sin coger aire.

—Es verdad... lo siento —dice poniendo ojos tristes.

—No pasa nada, Mindy, lo siento. Estoy un poco rara. —me arreglo el pelo con las manos y me pongo las botas.

He tenido una visión mientras estaba sola unos minutos esta mañana, no se lo he dicho a nadie para no preocuparlos, pero me he visto a mí misma, dentro de un gran aro de fuego y me caía sangre de las muñecas.

Ella no responde, pero me ayuda con la ropa sucia y me ayuda a ponerme el colgante que me regaló Brian. Nos quedamos hablando un rato más y Neró aparece por la ventana, aterrizando en mi hombro.

—Por fin te veo, enano —exclamo y luego veo la cara confundida de Mindy. —¿Qué acaso tú no hablas con tus amigos? —le digo a Mindy.

Ella se encoge de hombros y acomoda mi peine en el tocador.

—No sabía nada de ti desde que Brian me dijo que estabas bien —dice en un graznido suave.

Una sonrisa aparece en mis labios al escuchar su nombre y él se da cuenta al instante.

—Espera... ya no sois amigos, ¿verdad? Sois novios. —añade él y yo asiento. —Me alegro por ti, pero si te rompe el corazón le quemaré el suyo.

—Os estáis comunicando mentalmente, ¿verdad? —exclama Mindy mirándonos paralizada.

—Exacto, mi querida amiga.

***

Horas después, Brian me da una cucharada de sopa, mi comida favorita, y yo la acepto. Cuando me da la última, voy hacia el baño, me lavo la cara, los dientes y me pongo un poco de agua en el cuello, que me duele desde esta mañana. Salgo del baño y me siento enfrente de él.