17 Esto es amor

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Luka

¡Mierda!

Me había engañado para atraerme hacia ella y como loco caí. Moría de ansiedad y quería que mis ojos lo comprobaran pero, cuando venía en el avión me di cuenta de que realmente fue todo una trampa y quería encontrar al causante de todo. La dirección IP fue sacada de su amiga Clara y al no encontrarla en ningún lado y saber que Charlotte no estaba en su viejo departamento, supuse que estaría aquí.

Quedé paralizado al verla en medio de la pista, pero me obligué a caminar hasta llegar a donde estaba, soltó los patines y sus bellos ojos marrones me veían brillantes.

—No tenía a donde llamarte...

Aseguró y noté que tenía razón, pero pudo encontrar a Olga, ¿por qué a mí no pudo? Bueno, sé que soy más difícil y no utilizo redes sociales, el mundo no tiene por qué conocerme.

Sin más me jaló del cuello de la camisa y me besó. No opuse resistencia, era lo que ansiaba desde que la tuve conmigo y la perdí. Pero ahora no sería tan estúpido como para perderla.

La pegué lo más que pude a mi cuerpo, parecía un puto sueño y no quería despertar y perder su calidez, no quería sentirme sin vida otra vez.

— ¿Tienes idea de cuánto me has jodido, Milenka? —Susurré sobre sus labios—. Espero que sea buena la excusa para que me hayas hecho viajar más de doce horas hasta aquí con una broma de mal gusto.

—Pensé en las consecuencias —estaba sonrosada—. Y también sabía que me arriesgaba a tu furia si te enterabas.

Succioné su labio inferior y jadeó suavemente.

—Entonces, ¿me extrañabas? —la tomé de una mano y la alejé para hacerla girar.

Comenzó una canción familiar, una que escuchaba cuando mamá vivía, la misma canción que ponía para que mi pequeña se relajara.

— ¿Qué haces? —sonrió y me miró—. No llevas patines.

Me hinqué y me coloqué los que estaban ahí, eran justo mi talla. No tardé y me erguí de nuevo, lanzando mis botas hacia la orilla.

Sin despegar su mirada de la mía, alzó la mano y la giró levemente, la música comenzó de nuevo.

Dio un paso atrás y comenzó a moverse, la seguí y pronto tomamos el ritmo. La tomé de la cintura y mientras iba de espaldas alzó una pierna y su cabeza se fue hacia atrás a la par que su mano izquierda. Volvió y sonrió.

— ¿Estás listo, Luka?

—Contigo, siempre.

Comenzamos a danzar en la fría superficie al sonido de "pas de deux", mientras nuestros cuerpos se amoldaban y se sincronizaban perfectamente a los movimientos. En el último momento la alcé y la lancé para un giro triple perfecto y verla caer adecuadamente. La hice girar sobre su eje varias veces y volví a tomarla de la cintura, para después abrazarla y alzarla para que hiciera un Split en el aire apoyada solo en mis manos, bajó por mi espalda y me alcanzó para dar una última vuelta por toda la pista y acoplar nuestros cuerpos para casi rozar el suelo sin detenernos, ponernos de pie y enlazar los brazos.

Su pecho subía y bajaba cuando frenamos, todas las luces se encendieron y fue entonces que miré a su mejor amiga y al estúpido de su ex novio en las sillas, aplaudiendo descaradamente.

— ¿Qué mierda hace ese aquí? —Espeté molesto—. Ganaste sola y...

Alzó la mano para que me callara, pero la sonrisa seguía en su rostro. ¿A caso quería devolverle la maldad de aquella foto con Sally? Porque no lo creía posible, él se veía entusiasmado de verla.

Barrera de hielo (Saga "camino a la libertad 2")Where stories live. Discover now