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Villana

mayo de 2024,

Victoria entró a televisa, la habían llamado para por fin interpretar el papel que tanto deseaba, una villana. La conversación telefónica no fue muy extensa así que concretaron una cita para hablar del papel que tendría que desempeñar, condiciones y términos del contrato que iban a ofrecerle.

En la puerta del despacho se encontró con el hombre que estaba esperando, Salvador.

-Buenos días – dijo una Victoria muy sonriente.

-Buenos días Queen, te estaba esperando – se acercó a la mujer para regalarle un cariñoso beso en la mejilla – ¿Te importa esperar dentro de unos segundos?, tengo un asunto que resolver.

-Claro, no hay problema, aquí te espero-

Entro al despacho y mientras cerraba la puerta, un aroma bastante conocido para ella inundo sus fosas nasales.

No puede ser – pensó para sus adentros.

Reconocería ese aroma entre un millón, no podía creerlo o mejor dicho no quería creerlo. Cerró los ojos y despacio se giró para comprobar que en una de las sillas había un hombre sentado de espaldas a ella.

El hombre al escuchar la puerta se giró también, quedando de frente a Victoria, ambos asombrados tardaron un par de minutos en reaccionar.

-¿Qué haces aquí? – Victoria habló con tono serio y seco.

-Buenos días, yo también me alegro de verte – respondió César

-No tengo ánimos para escuchar tus chistes sin gracia-

-Bueno tranquila fiera, yo tampoco se porqué estamos aquí los dos pero... puedo imaginármelo – Victoria resopló.

-Pues no sueñes porque Salvador sabe perfectamente que yo no trabajo contigo-

-¿No trabajarías conmigo ni siquiera por hacer un papel de villana?– preguntó César.

-Ni loca – habló mientras giraba su cabeza para mirarlo con el ceño fruncido – No vaya ser que vuelvan a pensar que tenemos algún tipo de relación y tengas que volver a aclarar rumores entre nosotros – volvió a girar la cara hacia el otro lado para evitar mirarlo a los ojos .

-Que trabajemos juntos no implica que tengamos que ser pareja, tal vez podríamos ser enemigos-