My love mine, all mine

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✦  𝅄  𝆬 "My baby, here on earth
Showed me what my heart was worth
So, when it comes to be my turn
Could you shine it down here for him?
'Cause my love is mine, all mine"  𝆬 𝅄

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La luna era conocida como un astro en el amplio cielo, un cuerpo celeste que reflejaba las penas de las lluvias que no pudieron ser, los sentimientos encontrados de amantes incomprendidos, los secretos de los poetas que lloraban sus prosas a la tenue luz de una vela.

La luna era un enigma para la humanidad.

Un enigma que se había distorsionado tanto desde que llegó a este plano, en donde la luna no estaba y lo único que brillaba era el pentagrama dibujado en el cielo, mismo que aunque llamativo no se comparaba con el majestuoso espejo de plata que en sus días recordaba.

Ahora el brillo blanco de ese satélite natural era reemplazado por el rojizo de ese molesto pentagrama que le recordaba que estaba condenado a las desgracias por el terrible ser que alguna vez tuvo y tiene la desdicha de ser.

Mismo rojizo que se colaba de entre las ondulaciones de la cortina, iluminando tenuemente su oscura habitación.

Miró el techo con desgano resignado pues era otra noche de su constante tormento; Insomnio.

Padecía de insomnio crónico desde hace varios siglos, y no es que fuera la gran cosa pero era molesto, pues en algún momento su cuerpo puede llegar a cansarse y dificultarle las cosas. Podría verse débil, y eso, no podía ser.

Era un poderoso overlord, ¡No podía dar una imagen tan pésima de sí mismo!

Pero ¿Cómo controlar algo que ni siquiera puede predecir?

Alastor suspiró con cansancio, frunciendo el ceño y mirando perezoso la hora del reloj que yacía sobre el buró al lado de su cama.

Dos y cincuenta y tres de la madrugada.

¿Cómo es que el tiempo parecía ir tan lento?

-Estupida baratija...-masculló con irritación, dándole la espalda al reloj y abrazándose a sí mismo.

Su cabello pelirrojo levemente despeinado era una clara señal de las muchas horas en las que trató de conciliar el sueño sin éxito alguno, tan alborotado que sus cuernitos apenas y se notaban. Sus orejitas caídas y su arrugado pijama también lo podían confirmar. Y ni hablar de la mueca enojada en su rostro; carente de su típica sonrisa.

Estaba harto.

Todas las noches era el mismo maldito problema. Se sentía al límite.

¿Cuántas noches más tendría que soportar esto?

-Bien, suficiente-se sentó abruptamente-Para este punto no hay mucho que hacer.

Y con eso se levantó, poniéndose sus cómodas pantuflas y su bata de satín en dirección a la salida de la habitación. Ya para este momento de la noche estaba seguro de que el sueño no vendría.

Como todas las noches, siempre añorando una visita de ese quisquilloso estado que solamente buscaba huir de él.

Una vez en los pasillos oscuros del hotel se frotó un ojo con agotamiento y bajó las escaleras hasta llegar a la cocina, tal vez beber un poco de agua aclare sus pensamientos confusos.

Se sentía raro ¿Acaso podía extrañar dormir aunque sea un poco? Tal vez.

Las noches se habían vuelto su Infierno personal, lleno de cosas que no puede controlar y eso no hacía más que carcomer su propia mente. Pesadillas, la falta de sueño, dolores de cabeza y falta de concentración eran su pan de cada día aunque nadie lo note; porque él nunca lo permitiría.

𝗠𝗬 𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗜𝗡𝗘 𝗔𝗟𝗟 𝗠𝗜𝗡𝗘Where stories live. Discover now