I

6.6K 249 20
                                    

— Hola, Ar-Nueng, crees que puedas ayudarme con mi tarea.

—  Te ayudaré, le avisaste a tu, abuela, que estarías — no pude terminar de hablar porque mis labios habían sido callados con un beso.

mientras besaba a la pequeña mujer un recordatorio llegó a  mí, estábamos fuera y podrían vernos, me separe del beso apasionado y jale de su brazo para que entrará.

Entre caricias y besos llegamos a mi habitación, observe que estaba por sacarse la pequeña falda que traía, es obvio que me seducia, pero la detuve, agarre sus dos manos y las puse por encima de su cabeza — Te he dicho que puedes sacarte la ropa.

— Eh, pero como lo haremos sino me puedo sacar mi ropa, acaso quieres quitarla tú, si es así adelante soy toda tuya.

Juro que no pensé que una mujer tan joven lograría causar este efecto en mí, quería hacerla sentir tan bien que
dejaria mi huella en su cuerpo para siempre.

— No me hagas esperar más, te necesito dentro de mí.

—  Quiero que me ruegues, ruegame para hacer lo que quieras.

—  por favor ama, deshazte de esta ropa, es incómoda, lo harías ama?

Asenti, libere sus manos de mi agarre, ella rodeo mi cuello con sus manos y me miro directo a los ojos, lo que provocó en mí querer besarla y así lo hice, me encontraba besandola mientras mis manos apretaban sus piernas.

Ella se separó del beso para recobrar el aliento, yo aproveche en sacar su falda y ropa interior dejándola vulnerable a mí.

Cuando termine de sacar todas sus prendas, pude contemplar mejor su cuerpo, era tan hermosa y toda mía, me recoste encima de ella llevando mis labios a su oreja — Ahora que quieres que te haga, muero por hacerlo a mi modo pero a veces es bueno preguntar ya que necesito estés cómoda y sea una buena experiencia para ti.

— Espero no te parezca extraño, pero me gustaría que me azotes, he leído sobre ( Nalgada)

Era mi pequeña venganza, hace rato no me dejó terminar de hablar por besarme, ahora yo le di una nalgada interrumpiendo lo que decía.

Mi vecina, solo se acercó a mí escondiendo su cara en mi cuello, acaso le habrá dolido, creo me excedí, le iba a pedir perdón pero ella habló.

— Me gusto mucho, me da vergüenza mirarte a los ojos.

Le di otra nalgada, sentí su pequeño cuerpo saltar, lleve mi mano a su cabello y lo jale para que me mirara.

— Abre los ojos, quiero que me mires, soy tu ama debes hacer lo que yo te diga recuerdas.

Abrió sus dos ojitos lentamente hasta mirarme, sonreí al verla — Ahora no me dejes de mirar esta bien — con mi mano acaricie entre sus piernas, sentí la humedad con mis dedos, está mujer me deseaba, deseaba que entrará en esa área que pedía atención.

— Sonríes mucho, Te gusta.

—  Estas tan desesperada que estas muy húmeda, me pregunto qué harías si me detuviera ahora mismo.

Me quedé esperando una respuesta, pero sólo vi como la mujer debajo de mi comenzaba a fruncir el ceño
Indicando que no se había tomado bien mis palabras.

—Te mataría por dejarme con las ganas de ti.

vecina ardiente (𝘉LANK 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘦𝘳𝘪𝘦𝘴) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora