El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]

18. El desafío

-Nadeem.

—Señorita Addams, ha estudiado, la veo muy tranquila — me regaña la profesora, y cierro mi cuaderno de golpe, en el cual estoy dibujando una rosa.

—Disculpe mi contestación, profesora, pero no me hace falta. Pregúnteme lo que quiera. Hasta de citas si lo prefiere.

—Muy bien, señorita Addams, venga al frente — ordena y me dirijo hacia allí.

Mientras ella busca entre papeles, yo miro a Mindy nerviosa. Es nuestro último examen antes de que acabe otra vez el trimestre.

—"La mayor gloria en la vida no es nunca caer, sino levantarse cada vez que caemos".

—Nelson Mandela — respondo con facilidad.

—"Ama a todos, confía en pocos, no hagas mal a nadie" — dicta ella respondiendo a mi desafío de antes.

Esta profesora se piensa que soy tonta por ser Addams. Ella le dio a mi tío, al que nunca voy a conocer, y simplemente porque él haya acabado mal, piensa que yo también lo haré.

Pero no me importa mucho que me haga varias preguntas, leo muchísimo. Miro a Brian, que está al lado de mi pupitre y tiene una expresión muy seria, mientras que Mindy ya prepara las palomitas y Trevor se frota las manos con una gran sonrisa.

—William Shakespeare — respondo y ella se acerca más a mí.

—"Nunca dejes que el miedo a perder te impida jugar" — suelta más rápido con voz desafiante.

—Babe Ruth — vuelvo a responder y siento como todos me miran.

Miro a la profesora, la cual hace una pausa impresionada. La mayoría de aquí no saben ni quién escribió el Quijote, es normal.

—"La grandeza no radica en ser fuerte, sino en el uso correcto de la fuerza" — dice atropelladamente.

—Henry Ward Beecher — respondo y escucho susurros por toda la clase.

La profesora da un golpecito en la mesa y el silencio inunda la clase.

—"El silencio es el grito más fuerte".

—Unknown.

—"Los sueños son como las estrellas. No hay razón para alcanzarlas, solo para seguirlas" — siento como la clase me mira alucinada.

—Ohh, me encanta ese escritor; Harry Winston — ella me mira de reojo por mi comentario y siento hasta que Brian y los demás me miran tan alucinados como la profesora.

—"El amor es la fuerza más poderosa del mundo, y sin embargo, es la más humilde que se pueda imaginar" — dice aún más rápido que antes.

—Estoy totalmente de acuerdo con Mahatma Gandhi — respondo con humor, mirando a Brian, quien sonríe al instante.

—"El arte es la mentira que nos hace ver la verdad" — la profesora arquea las cejas y la miro a los ojos antes de responder.

—Pablo Picasso.

—"El mundo está lleno de magia esperando pacientemente a que nuestros sentidos se agudicen".

—W.B. Yeats — respondo rápido por la prisa que ella tiene en preguntar otra vez.

Se queda callada y una sonrisa inevitable asoma por mis labios.

—Muy bien, señorita Addams, tiene usted un diez — todo el mundo jadea, alucinados.

Y no es para menos, esta profesora no ha puesto un diez en su vida, a nadie.

—Muchas gracias — el timbre suena.

***

—No tenía ni idea de que leías tanto. —grita Mindy mientras vamos por los pasillos.

—Pues ya lo sabes. —respondo con una sonrisa.

Nos dirigimos hacia el comedor para comer. Mindy y su novia están a mi derecha, y Trevor y su novia a mi izquierda.

—¿Dónde está Brian? —pregunta Mindy una vez estamos sentados.

—Pues, no lo sé la verdad. —respondo preocupada.

Este último mes ha estado un poco raro. Nos queda un trimestre para acabar el primer año aquí. Este mes no ha pasado mucho: peleas con mi tía, peleas con mi tía y más peleas con mi tía.

Escucho cómo los chicos hablan de clases y lo alucinante que ha sido lo de antes, pero no me importa mucho la verdad. Últimamente no me siento bien; es como si a raíz de lo que pasó en la cueva, todo se hubiera silenciado dentro de mí.

No puedo explicarlo y tampoco quiero.

—¡NADEEM, VEN PARA ACÁ! —me grita mi tía desde la escalera.

Los chicos asienten y me voy hacia la escalera. Ella no está, y subo hasta llegar a su despacho. Ella se encuentra sentada en su silla con un café.

—¿Quieres algo, tía? —pregunto en cuanto me ve.

—Sí, tú. Aunque estés de vacaciones, tienes clases. Hoy te vas con el profesor de historia a más simulaciones por el bosque. —responde rápido.

Abro los ojos como platos y ella arquea las cejas. Parpadeo y cierro mi puño, clavando mis uñas en las palmas de mis manos.

—No voy a hacerlo, tía. —respondo implacable.

—¿Perdona?

—¡QUE NO VOY A HACERLO, TÍA! —mi furia se descontrola y mi poder, sin querer, congela su café en la taza.

—¡TÚ VAS A HACER LO QUE YO TE DIGA Y SE ACABÓ, PORQUE SOY TU TUTORA LEGAL Y TU TÍA! —me grita aún más fuerte.

—¡PUES QUÉ LÁSTIMA, YA ME MANDAS QUINCE PROYECTOS A LA SEMANA PARA QUE NO ESTÉ CERCA DE BRIAN Y DE MIS AMIGOS, YA CASI NO PUEDO VERLOS Y AHORA ESTO! ¡NO Y NO, LO SIENTO! —elevo la voz, que se puede escuchar seguramente hasta el edificio Aqueles.

Ella me mira y sonríe.

—Yo no he hecho eso, Nadeem. Solo digo que...

—¡OH, CRÉEME QUE SÍ! —le reprocho y me doy media vuelta. —¡Toma bien tu café frío! —me burlo cabreada antes de cerrar con un portazo.

Una vez fuera, miro cómo todos me miran, pero no me importa. Brian viene hacia mí enseguida cuando salgo al patio.

No digo nada, pero él me mira fijamente y eso hace que salte sin pensar, pero sí sé lo que él piensa.

—¿Qué? No me digas que... —dejo la pregunta en el aire cuando lo miro a los ojos, con los míos llorosos.

—Oye, creo que deberías...

—No puedo creerlo, ¿piensas que debería aceptar? —digo cabreada, muy cabreada.

—Yo solo digo... que...

—Déjalo, sé lo que dices. Adiós. —Lágrimas caen de mis ojos y me doy la vuelta, preparada para irme.

—Nadeem. —Escucho cómo me llama, pero no hago caso, me voy corriendo.

Mindy va detrás de mí. Subo las escaleras lo más rápido que puedo y entro en mi habitación. Me siento y Mindy llega. Nos miramos por dos segundos a los ojos y rompo a llorar.

—Ven aquí, cariño. —me dice, y la abrazo.

Pero este es interrumpido por un guardia.

—Mindy Scott, avisa a Trevor, Brian y Annie que a ti y a ellos les esperan en la sala de reuniones, es urgente. —dice, y antes de que se vaya, suelto.

—¿Y yo?

—A usted no la ha mandado a llamar la señora Addams. —responde él apurado.

Mindy y yo nos miramos a los ojos y solo puedo pensar una cosa: que no sea eso, por favor.