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Previamente en DESDE QUE TE VI

Kevin y Alejandra se enteran que Barbara tuvo un accidente. 

Eros está desesperado por su mujer y el embarazo, no quiere perdela. 

Alejandra tiene dolores y en medio del caso se desmaya alarmando a los dos hombres que están con ella. 

—Kevin..— dijo Alejandra agarrando la chaqueta de él para llamar su atención ya que había ido tras Eros. 

— dame un momento amor voy por él. — fue tras Eros y lo jaló por el brazo— hermano, cálmate, deja que ellos hagan su trabajo ya sabremos de ella..

— Kevin…

—Amor ya estoy contigo en un momento ¿Si?— le dijo viéndola brevemente para luego dejar su atención en el hombre pelinegro que estaba a punto de hacer combustión de los nervios. 

—ella no puede morir, no puede — decía Eros 

—no lo va hacer ella va a estar bi…

—¡Kevin!— gritó Alejandra y ambos hombres voltearon a verla y sus ojos se abrieron como platos al verla ayúdame, fue lo que dijo antes de desmayarse

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Capitulo 36

Decir que que todo era un caos, era decir poco. 

Ver cómo Alejandra tenía las piernas manchadas en sangre fue un golpe al estómago para Kevin. 

Eros sinti5pesar por ella, no podía estar lasa do por lo mismo que Barbara.

Kevin llegó a ella rápidamente y la atendieron a la brevedad. 

Otra más que la habían llevado por la puerta misteriosa y nadie salía a darles respuesta de nada.

Eros estaba a punto de hacer un hoyo en el piso de tantas vueltas que estaba dando.

Kevin estaba más calmado a la vista de todos pero Eros sabía que estaba igual que él, la  diferencia era que Kevin se sabía contener, como abogado habia aprendido a ma tener la calma en los casos difíciles para poder hacer las cosas con la cabeza fría. 

Aunque en este momento no estaba precisamente calmado. 

Estaba pensando qué mierdas le había pasado ella estaba bien. 

Se había quejado los últimos días que le dolía las caderas pero según la doctora era normal porque su vientre estaba creciendo y su cuerpo se estaba adaptando al peso. 

No había visto nada extraño.

Había amanecido bien, comió lo que habían pedido en la noche del restaurante que siempre frecuentaba con Barbara, ambas se habían mal acostumbrado a comer ahí dos obres veces por semana o simplemente pedían un delivery. 

No estaban entendiendo nada. 

Porque Eros no solo daba vueltas en la sala de espera sino que esas preguntas se las hacía a cada nada. 

Barbara estaba bien. 

Con mucho sueño y según la doctora normal, igual que los vomitos el primer trimestre era normal aunque a Barbara le habian vuelto los vomitos hace unos días  no creían que fuese algo alarmante, se estaba alimentando bien, se comia una hambierguesa por semana era el único antojo que se permitia comer fuera de su régimen alimenticio.

No entendía que podía estar pasando. 

Ambos hombres estaban al borde de la desesperación, las enfermeras lo veían a la distancia y tenían acercarse a ellos y ofrecerles un café por temor a su reacción, todas sabía el genio que se cargaba el CEO, era muy influyente en ls ciudad a pesar de no estar al mando de las empresas Adams. 

Parecía un león enjaulado y cada vez que salía un doctor de la fulana puerta Donde metieron a Barbara y a Alejandra se ponían alertas pero ninguno les daba noticias. 

Una enfermera mayor se armó de valor y se acercó a Eros con una muda de ropa del perdonal de enfermería— Señor, disculpe

Eros va fulminó con la mirada Pero no le dijo nada, no quería Hablar siquiera

—tome, está bañado en sangre y hay familiares inquietos al verlo dar vueltas y ensangrentado. 

Eros vio sus manos y luego su camisa y apretó los labios, no sabía que estaba echo un desastre o por lo menos no era conciente de eso. 

—puede usar el baño de los camilleros para que esté más cómodo.

Tomo lo que la enfermera — gracias Pero no quiero alejarme hasta saber de mi esposa.

—nonse preocupe vaya tranquilo que si algún doctor pregunta por usted mandaré a un camillero por usted.

El dudo un poco pero al final cedió y fue a cambiarse, una vez en el baño se alarmo al ver su estado tan deplorable.

A la mierda como se veía, su esposa estaba grave no sabía que tenía pero para que los doctores no les dieran respuesta de nada está porque estaba grave. 

Lavo sus manos y brazos con agua y jabón al igual que su. Cara se quito la camisa y vio su pantalón beige que también estaba ensangrentado. .

¡Dios! Era terrible Barbara había perdido mucha sangre ¿Y si necesitaba un transplante? El podría donarle su  tipo de sangre era universal, así que no habría inconveniente con eso. 

Echó toda la ropa al cesto de basura, ni loco llevaría eso a casa, le daba igual perder una par de prendas de ropa, lo material se puede recuperar, la vida de su mujer no.

Se lavo la cara muy bien y el cabello, se colocó el quimono que la enfermera le dió, le quedaba bien, se le marcaban los brazos musculosos.

Salió lo más rápido que pudo, no quería desperdiciar tiempo lejos de la sala de espera. 

No sé perdonaría si algún doctor saliera a dar noticias de su mujer y el no estuviera. 

—¿Aún nada?— pregunto a Kevin al llegar junto a él. 

—pense que eras un doctor, te sientes bien. — le dijo con una leve sonrisa

—no estoy para bromas 

—trata de calmar…

— familiares de la señora…— el doctor vio la tablet que tenía en la mano— Alejandra Brown.

—yo, soy su esposo y el su cuñado — dijo Kevin acercándose junto al doctor con Eros, con los nervios a mil por minuto, solo esperaban que no les dieran .alas noticias. 

El doctor los vio Y asintió — bien, la señora está estable, no puedo decir lo mismo del bebé, su parto se adelanto y tuvimos que dejar al bebe en la incubadora nació de veinticuatro semanas y es prematuro extremo.

—¿Pero va a estar bien?— pregunto Kevin preocupado — ¿Porque se le adelantó el parto?

—las próximas veinticuateo horas son cruciales para el bebé, no todos aceptan en cambio y se adaptan al entorno. En cuanto a su señora estamos haciendo los exámenes necesarios para saber que ocurrió Pero todo apunta a que fue un envenenamiento lo que causó que se adelantara el parto. 

¿Un envenenamiento? ¿Pero qué mierdas?

—¿y mi esposa doctor? Ya tiene horas de haber entrado y nada que me dan respuesta de ella.

El doctor reviso nuevamente la tablet— ¿Si esposa es la señora Adams?

—si, dígame qué están bien, que mi esposa he hija están bien.

— lamento informarle que su esposa está en terapia intensiva.

La Rubia Del Ceo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora