𝗟𝗮 𝗹𝗹𝗮𝘃𝗲.

44 5 2
                                    

Cuando los grandes muros de Hilltop por fin estuvieron frente a nosotros, un fuerte suspiro salió de mis labios. Me daba tanta tranquilidad estar aquí, me sentía mucho más segura.

Baje de la furgoneta y estire mi cuerpo de una forma exagerada, escuche los huesos de mi espalda tronar y sonreí satisfecha, nunca lo había logrado por mi misma, siempre era Daryl quien me ayudaba con ello.

Apresure mis pasos siguiendo a Michonne y a Rick por detrás.

Las puertas fueron abiertas y lo primero que mis ojos captaron fueron a Maggie y a Gleen de pie frente a ellas, esperando por nosotros, pero había algo mal en ellos, no en ellos no, en Gleen.

Ni siquiera lo pensé, apenas vi como los labios de Gleen se formaron en un lindo puchero corrí a él y me aferre a su cuerpo.

Sus brazos me rodearon de igual forma y un sollozo salió de sus labios para luego escuchar un "lo siento", susurrado en mi oído.

Él lo sabía, él sabía como me estaba sintiendo en este momento, al igual que yo sabía como se estaba sintiendo él, él ama a Carl, yo amo a Carl, lo vimos crecer, yo lo vi morir y él se dió cuenta de su fallecimiento de una forma que no fue correcta.

Gleen tuvo que estar con nosotros en ese mini funeral, Gleen fue parte de su vida.

Por sobre su hombro vi la radiante sonrisa de Judith que se encontraba en brazos de Holly.

Sin esperar mucho me separe de forma leve de Gleen, pase mis manos a su rostro y con mis pulgares limpie sus lágrimas, con mis labios formulé un "está bien" y aguantando las terribles ganas de llorar que amenazaban por salir, me separe de él completamente para poder caminar hasta lo único que me quedaba ahora, mi hermana.

Sostuve a la niña entre mis brazos, al darme la vuelta sonreí de forma leve al ver a Rick venir hacia nosotras, al estar lo suficientemente cerca nos abrazo como si su vida dependiera de ello.

Ahora solo somos nosotros tres.

—Las amo. —Murmuró en un hilo de voz—.

—Nosotras te amamos a ti.. —Murmuré de igual forma dejando un beso suave en su mejilla—.

Un suspiro leve salió de sus labios antes de separarse de nosotras.

—Vengan, vamos a dentro. —Pidió Rick y asentí antes sus palabras antes de dejar a Judith entre sus brazos—.

Antes de que pudiera avanzar una gran mano áspera tomó la mía, voltee mi rostro encontrándome con los ojos cansados de Daryl.

Me hizo una seña con su cabeza indicándome que le siguiera, yo solo asentí ante su pedido, dándole una mirada de reojo a Rick y a Judith, quienes ya se adentraban a la gran casona. 

Junto a Daryl nos alejamos del grupo y sin pensarlo mucho él me dirigió hacia uno de los tantos tráilers que se encontraban en el lugar.

Al entrar, una sonrisa leve en mis labios, una cama grande y todo bien equipado, un hogar para nosotros dos.

—¿Isaac? —Pregunté dejando la mochila que traía conmigo sobre la cama—.

—No tardó en ganarse su puesto en la cocina. —Respondió—.

—¿Melissa? —Recordé—.

—Maggie le dió un buen cuarto en la casa grande. Está bien, Reichel es la encargada de cuidar de ella. Ella está bien, también. —Me confirmó antes de que pudiera preguntar—.

Un suspiro pesado salió de mis labios y voltee sobre mis talones para poder verlo.

—Traje un poco de ropa para ti. —Murmuré—.

𝖠𝖥𝖳𝖤𝖱: 𝖾𝗇 𝗆𝗂𝗅 𝗉𝖾𝖽𝖺𝗓𝗈𝗌. Where stories live. Discover now