21. Aniversario

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-Nadeem.

Me dirijo hacia mi habitación con Mindy hablando, mientras que Neró está en mi hombro, la escucho pero no le presto mucha atención, por estar pensando en Naya; esa tal amiga de la infancia que apareció hace dos días en la enfermería.

—Nadeem, ¿me estás escuchando? —pregunta Mindy cuando ve mi expresión al llegar a la puerta de la habitación.

—Am... claro que sí. —miento.

Entramos a mi habitación y todo está destrozado por lo que pasó con mi tía. Llevo durmiendo con Mindy desde entonces.

—Sí, claro, ¿y qué estaba diciendo?

—Estabas hablando de lo de ayer, ¿no? —respondo mal.

—Pues no, ¿te pasa algo?, estás muy rara desde que volvimos. —pregunta mientras me ayuda a recogerlo absolutamente todo.

—Es esa chica. —ella me mira. —No me da buena espina. —añado tras su mirada.

Es verdad, llevo con un mal presentimiento desde que apareció esa chica, y no me malinterpretes, es simpática, pero algo no me cuadra, algo en ella no me gusta.

—No te voy a negar que a mí tampoco me da buena espina, pero no te adelantes, es amiga de tu novio desde que nacieron, si la escogió debe ser por algo. —me calma ella.

—Bueno, ¿vamos? —pregunto y ella pone cara extrañada. —Tenemos adiestramiento de poderes, ¿recuerdas? —añado cuando comprendo que se le ha olvidado.

—Es verdad, vamos.

***

Al llegar la tarde recuerdo que he quedado con Brian al terminar su entrenamiento especial de las seis, así que salgo de mi habitación recogida después de una hora limpiando y me dirijo hacia el jardín.

Una vez allí, Trevor me detiene.

—Hola, Nadeem.

—Hola, ¿qué tal estás? —pregunto con una sonrisa genuina en el rostro.

Desde que regresaron no lo he visto, ni yo ni ninguno de los chicos, ya que se fue a visitar a sus padres.

—Muy bien, ¿Y tú? ¿Qué tal? —me sonríe.

—Bien, pero hacían falta tus chistes. —le halago.

—Me alegra, porque el payaso del grupo soy yo, que no se te olvide.

Suelto una pequeña sonrisa e instintivamente, miro mi reloj de mano y veo que ya llego tarde.

—Bueno, ya nos vemos, me tengo que ir.

—Vale, hasta luego.

Me dirijo hacia el edificio principal y luego voy al auditorio, abro la puerta y las luces se apagan dejándome en un silencio absoluto y completamente a oscuras.

—Joder. —murmuro para mí.

¿Es que me van a secuestrar ahora o qué?

—¿Brian? —digo pensando en que debe ser él. —¿Eres tú? —añado al ver que no hay respuesta.

Al instante en el que pronuncio esas palabras, unas luces rojas que cuelgan del telón del escenario me ciegan unos instantes.

Pero cuando fijo la vista bien, veo que encima del piano hay algo, así que me dirijo hacia él.

Voy avanzando por el pasillo y subo los tres escalones, luego me dirijo hacia el piano y veo una rosa roja.

Doy una vuelta sobre mí misma para ver si hay alguien, pero estoy sola, me vuelvo hacia el piano y cojo con delicadeza la preciosa rosa.

El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]Where stories live. Discover now