loyalty

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Había despertado, por muy cliché que sonará, gracias a los rayos del sol impactando en su rostro por la mañana. No sabía a ciencia cierta qué hora era pero basándose en la brisa matutina imaginaba que todavía era temprano.

Se sorprendió gratamente al descubrir que en algún punto de la noche había conseguido conciliar el sueño y no sabía si atribuir eso a la comodidad de esa habitación o la sensación de verse acompañada y no completamente abandonada en un centro comercial descuidado. Tan solo unos minutos después de haber despertado decidió ponerse de pie e ir en dirección a la sala de estar, dónde encontró a Chishiya plácidamente dormido sobre el sofá.

Su rostro, al dormir, reflejaba una tranquilidad particular, libre de la expresión analítica que solía acompañar su mirada al observar el mundo. Notó que babeaba ligeramente la almohada sobre la que estaba apoyado y soltó una leve risa al ver eso, consiguiendo como consecuencia que el chico despertara y le dirigiera una mirada que suponía ser de vergüenza pero ella no podía estar segura de eso, se veía tan serio como siempre aún si desviaba la mirada y se limpiaba la saliva del rostro cabizbajo.

⸻ ¿Cuánto tiempo llevas ahí? ⸻ le cuestionó, visiblemente incómodo.

Mientras tanto él se ponía de pie y caminaba hacia la cocina con cierta pereza, ella tomó lugar en uno de los bancos altos de la barra que estaba ahí.

⸻ No mucho, despertaste en cuanto llegué. ⸻ dijo, observando como él sacaba un par de fideos instantáneos de la alacena.

Ninguno hizo más comentarios mientras él se dedicaba a preparar la comida para ambos y de la misma forma comieron en silencio.
Se limitó a sí misma de hacer algún comentario, Chishiya parecía muy concentrado en lo que sea que estuviera pensando y realmente no deseaba intervenir por muy aburrida que estuviera. Imagino que finalmente obtendría unas palabras de su parte después de que este acabará de comer y se levantará pero únicamente se dedicó a tomar un libro de uno de los estantes en la sala de estar y sentarse ahí, leyendo sin prestar atención a otra cosa.

Un par de horas más tarde Chishiya seguía concentrado en cualquiera que fuera su lectura y Mei ya había agotado sus ideas de posibles cosas que hacer, intentó leer a su lado pero jamás fue una ávida lectora y prefería ocupar su tiempo en otros pas...

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Un par de horas más tarde Chishiya seguía concentrado en cualquiera que fuera su lectura y Mei ya había agotado sus ideas de posibles cosas que hacer, intentó leer a su lado pero jamás fue una ávida lectora y prefería ocupar su tiempo en otros pasatiempos.

Ordenó la cama dónde había dormido la noche anterior, tiró a la basura los empaques de fideos instantáneos que habían consumido y trató de ordenar la cocina e inclusive la sala, aunque ya estaba ordenada de por sí. El rubio la veía de reojo desde su lugar cada tanto, le daba cierta gracia observar como iba perdiendo la paciencia con cada minuto que pasaba.
Era en momentos como esos que Mei se lamentaba de la pérdida total de cosas que ella consideraba tan básicas como el internet o la electricidad en sí, si pudiera entrar a twitter por aunque sea cinco minutos, 99 de sus 100 problemas desaparecerían. Rendida, se tumbó junto al rubio y lo observó leer por unos segundos, solo hasta que el mismo se puso de pie y comenzó a ponerse su ya típica sudadera blanca.

𝗦𝗵𝗮𝗺𝗲𝗹𝗲𝘀𝘀, 𝗖𝗵𝗶𝘀𝗵𝗶𝘆𝗮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora