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Un estornudo se escapa de mis labios haciendo que mi cabeza empiece a latir en dolor.

Cierro los ojos intentando aliviar un poco la resaca. Ni idea de cuanto tomé anoche, pero el dolor de cabeza me estaba matando y mi nariz no parece estar muy bien que digamos.

¿Habré cogido un resfriado?

Otro estornudo hace que forme una mueca de dolor cuando la cabeza volvió a doler.

¿Están sincronizados o algo?

—Joder, que mal me siento —murmuro sobándome la nariz antes de guardar unas bragas que tenía en mano —¿Qué ocurrió ayer?

—Nada —suelta Daniel un poco enfadado —Solo salvabas a Nemo.

No sé porque, pero desde que llegó está así. Sabrá él con quien está enfadado porque yo no he hecho nada.

Para ser sincera Daniel es bastante guapo, su cabello casi siempre, o mejor dicho, siempre está desordenado cayendo por todo su rostro dándole un aire rebelde. Sus ojos azulados hace que su aspecto parezca más maduro y varonil, algo que es muy falso. Su altura por desgracia supera la mía como tres cabeza y su cuerpo, a decir verdad está bastante bueno, pero el maldito es más mujeriego que ese Don Juan que describen en los libros. Aunque como amigo es lo mejor que le puede pasar a una persona. No entiendo porque está con esa actitud. De seguro la novia le hizo algo.

¿Entonces por qué dijo que estaba salvando a Nemo?

¿Acaso ocurrió algo ayer?

—¿A qué te refieres? —hago una mueca confundida al ver su expresión.

—¿Estás loca? ¡¿Qué borracha se tira de un puente gritando "Se ahoga Nemo" sin saber nadar?!

—¡Qué yo¡ ¡Qué! —abro los ojos como platos al escuchar sus palabras.

¿Qué me lancé de un puente?

¿Yo? La más consciente de los dos...

—Al parecer te dan instintos homicidas cuando estás borracha o algo por el estilo —relaja su expresión antes de guardar otra muda de ropa —Por suerte no te ahogaste, tenía más miedo de como decirle a tu mamá que perdió a su hija que por tu muerte. ¿Qué le digo? Lo siento Vanessa, tu hija murió frente a mis ojos por que le dió un ataque suicida ya que le otorgué la libertad de que bebiera, sabiendo, que no podía hacerlo.

—¿Hablas enserio? —pregunto sin creerle una sola palabra.

—Claro que si ¿No vez que estás media resfriada? O. ¿Cómo crees que te resfríaste? —dice con ironía —¿Te fuiste de visita a un polo?

—Bien, ya capto —digo al ver que de verdad ayer casi me suicido —Bueno. ¿A dónde iremos por fin? —intento cambiar de tema.

La maleta estaba llena de ropa de verano, ropa de playa, ropa de fiesta, vestidos. La mayoría fue escogida por Daniel. Aunque no le di mucha importancia, sobre todo al ver la ropa de dormir. Parece que voy a seducir a alguien haciendo bailecitos sexy.

—La banda de mi novia se le fue reservado un viaje a una isla —habla mi mejor amigo haciendo que levante la vista.

—¿Cuál novia? —intento hacer memoria de todos los nombres que me ha dicho —¿Karen?

—¿Qué Karen? ¿Estás loca? Yo terminé con ella hace tiempo...

—¿Angélica?

—¿Me estás tomando el pelo? —dice con una mirada de asombro al igual que ofendido —Pareciera que soy un mujeriego.

—No, para nada—una risa burlona hace que su expresión se apague y un estornudo se escape de mis labios apagando mi felicidad por la resaca.

—¡Sharon!

Un Mes A Tu Lado © [CORRECCIÓN]Where stories live. Discover now