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DESESPERADO

Gojo le hace justicia al estereotipo impuesto sobre los ricos.

"Los ricos y sus gustos exóticos."

Ino no llamaría esto precisamente como un gusto exótico, usaría otra palabra para intentar catalogar las extrañas manías que el hombre millonario tiene.

Después de una linda caminata que ambos tuvieron por los alrededores de la ciudad, por fin regresaron al lujoso auto que poseía el albino.

Ino soltó un enorme suspiro de satisfacción una vez que el aire frío golpeó su húmeda y sudorosa piel.

El aire acondicionado del auto lo estaba llevando al paraíso.

Se sentó y se relajo en el asiento del copiloto, recargando su espalda sobre la superficie firme, pero suave del asiento.

Una de sus manos descansaban sobre su muslo y de vez en cuando alzaba un poco la tela de sus shorts más arriba de su muslo, exponiendo su apetitosa piel canela al exterior para que recibiera el tan aclamado aire fresco que le ofrecía el auto de Satoru.

Los ojos azules del millonario se posan sobre lno, observando con profundidad lo que sea que su chico esté haciendo.

— ¿Estás intentando provocarme? — es lo que pregunta repentinamente Satoru.

Takuma estaba tan concentrado y tan inmerso en la sensación de la frescura que por unos minutos olvidó que estaba dentro del auto de su "pareja" y que esté mismo venía a un lado de él.

Un escalofrío recorre toda su espina dorsal cuando esa mano llena de anillos plateados, que poseen detalles excéntricos toma su muslo rellenito y lo aprieta con algo de fuerza.

Gojo desde el asiento del piloto le dedicó una sonrisa y luego aparta su mano de Takuma para usar la misma mano para acomodar las gafas de sol que siempre usa.

— Bebé, ya te he dicho que en lugares públicos no — las manos del mayor toman el volante del auto y luego gira su cabeza otra vez para mantener su mirada fija sobre Ino.

Lo dicho fue más que nada una broma dirigida hacia su propia persona.

Es Satoru quien con anterioridad intentó follarse a Ino en algún lugar público.

Obviamente fue detenido por las demandas del chico quien estaba muy apenado como para querer algo así.

Satoru siendo un papi respetuoso, fue considerado y dejó de querer cometer aquella tan "exótica" fantasía que tiene, todo por la comodidad de su preciado chico.

Satoru nunca fue alguien considerado, pero deseaba serlo con Ino.

Deseaba ser un buen hombre para hacer que el jovencito nunca se vea en la necesidad de abandonarlo.

Un hombre como Satoru había desarrollado una dependencia hacia un mocoso que conoció bajo extrañas circunstancias...

Dejando de lado la extraña dependencia de Gojo, ahora mismo se encontraba conduciendo por las transitadas calles.

A esta hora del día habían muchas personas fuera y más porque es fin de semana.

Los ojos profundos del mayor sutilmente se fijaban por el rabillo del ojo en Ino, quién casi de forma descarada alzaba sus prendas holgadas para que el aire acondicionado chocará con aquellos parches de piel que eran casi inalcanzables.

Mientras hacía eso, todavía sostenía esa paleta de hielo que se derretía de una forma lenta.

Gojo tenía que mantener la vista al frente si es que no quería tener un accidente, pero era inevitable no poner su vista sobre el jovencito sentado al lado de él.

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⏰ Última atualização: Apr 22 ⏰

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