Lucifer, sufre por el abandono de su familia, lo que lo lleva a una profunda depresión y deseos de quitarse la vida.
Sin embargo, escucha un rumor sobre un hotel habitado por monstruos con una maldición propia. Con esperanzas renovadas, decide visi...
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Lilith ya estaba harta de la sonrisa engreída de su esposo; él estaba muy equivocado si pensaba que iba a vencerla. Lucifer no era más que uno de sus muchos experimentos fallidos.
El cuerpo de Lucifer rebotaba por las paredes como una pelota. Ni siquiera sabía cómo estaba aguantando tanto.
Cuando se cansó de verlo gritar y rebotar, lo detuvo. El pequeño cuerpo cayó frente a ella con un estruendo, y la sangre dorada brotaba de todas partes.
Pisó su rostro mientras la sangre que rodeaba a Lucifer y las manchas en las paredes se reunían detrás de Lilith. Con un chasquido de sus dedos, la sangre se transformó en dagas que se clavaron una por una en el cuerpo de Lucifer, penetrando lentamente y con dolor, quemando su pálida piel.
Lo dejó clavado en el suelo y se deleitó increíblemente con sus gritos de dolor.
Extrañaba tanto eso.
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Charlie comenzó a abrir lentamente los ojos. Su cuerpo se sentía sumamente débil; estaba seguro de que, si intentaba levantarse, caería al suelo.
