FIRE EYES || REBORN [BNHA]

CAPITULO 15

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"Cuando te gusta
el demonio,
No te quejas
del infierno."

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[Mis pequeñas manos ensangrentadas sujetaban el arma con temblor, los pequeños espasmos que sentía en mi cuerpo me impedían apuntar aquel círculo en la madera.

El miedo de matar a alguien me aterraba.

Mire mis vendaje sucios por aquellas manchas carmesíes, pues mi padre siempre golpeaba mis manos con una vara de metal por no sujetar bien el arma.

Dolía.

Pero tenía que hacerlo por el bien de mi madre, o ella sufriría las consecuencias.

Sin embargo, al ver aquellas manos pálidas y delgadas sobre mis manos me hicieron saltar en mi lugar. Levanto mi cabeza y me encuentro con aquellos ojos color miel de mi madre, su semblante era cansado, pero siempre mantenía una sonrisa.

-Así que, aquí estaba mi León ¿Entrenas tu puntería pequeño? - mi madre se inclinó para estar a mi altura con aquella sonrisa cálida, no pude evitar desviar mi mirada hacia su mejilla. Aquel tono púrpura en su piel blanca era lo que odiaba.

-Yo solo quiero volverme más fuerte- alce mi mano mientras mis dedos tocaban con suavidad su mejilla, mirando de reojo como mi madre hacia una mueca de dolor- Para que ya no tengas estas marcas en tu piel, mamá.

-Vas a salvarme algún día pequeño León- sentí como sus manos se posaron en mis hombros, para después ayudarme a apuntar- relájate y mira el objetivo, no apuntes precisamente al centro, eleva más el arma.

Cerré uno de mis ojos, mientras el otro lo usaba como guía hacia el objetivo. Saque mi lengua por aquella concentración y sujete el arma, mientras mi madre posaba su mano sobre estás y apretaba el gatillo.

-Dispara, pequeño León.]

Sus ojos se abrieron lentamente, y los rayos del sol hicieron que sus ojos se irritasen. Trato de moverse, pero su cuerpo adolorido no le permitía moverse. Sentía como si hubiera caído de un edificio, pero con las pocas fuerzas que le quedaban, el intento de levantarse a pesar de todo.