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Previamente en

Desde que te ví

Pasaron un rato más ahí hasta que Alejandra se acerca a ellos a ver a la niña, quedó encantada con el nombre de la bebé, alejandra creia que Eros elegiría un nombre de abuelita pero no, realmente le gustaba.

Ella le comento que su pequeño extraterrestre se llamaría Ken— ¿Todo un muñequito verdad? Les había dicho ella, Barbara quiso reír pero la sola presión de la risa le lastimaba la cesárea y se quejo por el dolor al igual que Ale.

Y luego se retiraron de ahí no sin antes ver a El pequeño Ken, que estaba igual de malito que Venus.

Al salir de la sala de incubadoras estaban hablando de que diablos pudo haberles hecho daño hasta que Barbara vio de nuevo a la enfermera que estaba saliendo del pasillo alisando el uniforme con sus manos.

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A Barbara se le atoro la respiración, de pronto no sabía cómo respirar, freno la silla de ruedas que Eros estaba llevando con una de sus manos.

Kevin detuvo la silla de Alejandra al ver que no los seguía y se giró a ver qué sucedía.

Alejandra frunció el ceño al ver a Barbara así y luego vio a Eros que también tenia cara de culo.

¿Que diablos? Pero luego comprendido al ver a la persona que estaban viendo.

La enfermera, tenía cabello rubio, se le notaba las tetas que a millas eran operadas y sus ojos, eran azules. Pero lo que más les llamo la atención a todos era que se parecía a Barbara ¿Que diablos?

Kevin y Alejandra no entendía nada. ¿Quien era ella y por qué mierdas se parecía a Barbara?

— ¿Quien eres? —Pregunto Barbara haciendo un poco de presión en su vientre con una de sus manos para levantarse de la silla sin sentir tanto dolor.

La mujer solo se quedó ahí, de pie, con los ojos abiertos como plato, se notaba lo nerviosa que estaba una de sus manos empezó a abrirse y cerrarse por los nervios y Eros vio su mano para fruncir mas el ceño, si es que era posible.

Se acercó a Barbara que había dado unos pasos cerca de la enfermera — quédate aqui— dijo sosteniendo a Barbara de la cintura — vuelve a sentarte .

Pero Barbara no le hizo ni el más mínimo caso, ella se quedó de pie queria saber quién era ella y porque rayos se parecía a ella. Porque hasta donde ella sabía no tenían una hermana gemela o  algo así.

—¿Quien eres?— pregunto Eros acercándose con cautela, la mujer parpadeo un par de veces como saliendo del trance y dió dos pasos hacia atrás. —¿Te conozco?

La enfermera frunció el ceño enojada ¿Cómo no podía reconocerla? Era aún idiota aunque bueno. Realmente habían hecho un buen trabajo de cirujía plástica.

Respiro profundo y sonrió descaradamente.

— soy tu mujer ¿Cómo no vas a reconocerme?

Barbara jadeo al escuchar semejante cosa y Alejandra se llevó la mano a la boca sorprendida mientras que Kevin dijo—¿Que rayos? — estos tres aún no sabían quién podía ser esa mujer con falta de tornillos. Pero Eros tenía una posible idea aunque su voz no se le hacía familiar.

—okay ¿y que haces y no estás en nuestra casa?— dijo él acercándose un poco más. Si quería descubrir realmente quien era ella tenía que seguirme el juego a esa loca.

Barbara lo miró extrañada ¿Que? Quiso caminar junto a él pero la enfermera se dió cuenta y saco de su bolsillo un bisturí y apunto hacia adelante con el.

— nadie se acerque. O... O no respondo.

Barbara se detuvo casi entrando en pánico al ver a Eros acercarse a ella sin importar su advertencia.

Kevin que aún estaba detrás de Alejandra saco su telefono muy discretamente y mando un mensaje rápidamente, solo esperaba que pudiera ver el teléfono y hacer algo, pero luego decidio llamar y meter de nuevo el teléfono en el bolsillo, en serio esperaba que escuchara el teléfono y atendiera la llamada o que por lo menos viera la llamada perdida.

—Tu — grito la mujer —¿Que crees que estás haciendo? Levanta tus manos

Kevin lo hizo, levanto sus manos en señal de paz — ¿Vez? no tengo nada.

— Hey tranquila, no te estreses — le dijo Eros y ella lo vio acercarse —mirame a mí No vas a hacerme daño ¿Verdad?

La mujer vaciló un poco pero luego nego.

—yo... Yo nunca te haría daño. Yo te amo. Y a nuestra bebé... Se llamara Valeria ¿Recuerdas? Siempre quisimos llamarla así. — dijo limpiando con una mano su mejilla izquierda ya que estaba llorando mientras que la otra mano la tenía en alto con el bisturí. Barbara frunció el ceño por lo que dijo

A Eros se le apretó el pecho al escucharla decir eso

Recordó que cuando estuvo Verónica pensando que sería padre habían dicho que su hija se llamaría así, Valeria, pero todo era una vil mentira de ella.

¿Que era lo que pretendía? ¿No sé cansaba de hacerles daño?

—no te acerques — le dijo cuando Eros estuvo a unos dos metros de distancia de ella.

—recuerda que no me harás daño tu me amas no lo olvides — le dijo con una sonrisa forzada, sentía tanta rabia por dentro que creía que se le vería una muñeca terrible.— yo también te quiero  — le dijo con acordes.

—Di que me amas. Nunca me has dicho que me amas — dijo bajando los brazos y con mirada triste, el labio inferior le temblaba.

—tu sabes que lo hago. Tira eso — señalo con la mano el bisturí — y vamos a casa, necesitas descansar.

—¡Di que me amas! —. Grito desesperada, haciendo que Barbara y Alejandra haciendo que Barbara y Alejandra dieran un respingo del susto.

Kevin apretó el hombro de Alejandra para darle un poco de ánimo, ésta vio a su amiga, que estaba con una mano en el pecho y la otra tapando su boca.

—¡Di que me amas!— volvió a gritar.

—No lo haré veronica— dijo enojado Eros. Ya bastaba de estupideces, a la mierda con seguirle la corriente.

—¡No me llames Verónica, mi nombre es Barbara!— le dijo molesta, para luego darle una sonrisa de lo mas escalofriante

La Rubia Del Ceo (+18)Where stories live. Discover now