Matthew Collins el mejor detective de la ciudad.
Tiffany Rhodes desesperada por encontrar a un ladrón.
Él no está interesado en ayudarla, ella no se dar por vencida.
Cabe aclarar que esta historia puede ser adictiva, contiene escenas sexuales, y se...
-Hoy me he levantado a la 5 de la mañana como normalmente suelo hacer, salgo a correr durante una hora, vuelvo a casa, me aseo, desayuno le doy un beso a mi mujer como forma de despedida y me dirijo al trabajo. A lo largo de los años se ha convertido en una rutina, aunque esta rutina me funciona, tengo a una increíble esposa y físicamente me considero atractivo, soy un hombre alto, tez blanca, pelo castaño, ojos verdes con 31 años y parezco de 25.
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- Buenos días Comisario- me dirijo a él.
-Buenos días, Matthew, ¿cómo has estado? -me dice este, como si ocultara algo.
. - Bien, aunque dudo que me llamara solo para preguntarme sobre como he estado.
- Veras Matthew- hace una pausa como si pensara en sus siguientes palabras- Sabes que eres unos de los mejores detectives de todo Harlem por no decir el mejor...
- Parece que se le olvida de cómo hablar, así que lo incito a seguir, - ¿pero? -.
-Pero me temo que no podrás seguir trabajando en esta comisaria estás despedido. -Este me enseña un papel donde efectivamente dice que estoy despedido, veo que al final de la hoja está firmado por el Comisario y uno de sus superiores, el Sr. Bass.
- Pero ¿Por qué? - es lo primero que digo.
-Matthew, por favor...- dice, pero no lo dejo excusarse.
-He trabajado 11 años aquí, nunca he dejado un caso sin resolver, nunca he llegado tarde, nunca he hecho algo que afecte a esta comisaria lo menos que merezco es que me diga que sucede...- digo con rabia.
-Matthew no hagas esto más difícil recoge tus cosas y sal de aquí, si no lo haces yo mismo hare que te saquen. sin decir ni una palabra más abre la puerta y me indica que debo salir.
- Le hago caso omiso ya que no es la primera vez que pasa esto, cada vez que los superiores del comisario no estaban felices con el trabajo de algún detective o simplemente alguien del equipo Interdisciplinario los hacían echar, y ahora era mi turno lo que no entiendo es: ¿por qué? yo no he hecho nada que pueda molestar a nadie, decido recoger mis cosas en silencio para salir, mientras que mis colegas se me acercan para decirme que les hare falta por aquí y que es muy injusto.
-Salgo de la comisaria y me dirijo hacia un parque ya que lo único que me apetece ahora es pensar y estar un rato solo... - observo la hora en el reloj que llevo en mi muñeca y veo que ya son las 4 de la tarde, voy de camino a casa y no puedo dejar de pensar en mi despido injustificado, cuando abro las puertas de casa me sorprende ver a mi esposa y sus maletas en la sala pareciera que se va de viaje.
