introducción

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-Oye Norman, dile a Ray que baje y venga a comer- Gilda señaló las escaleras-

-Norman asintió con una sonrisa y se levantó de la mesa- Sí, está bien, ahora mismo lo llamo- respondió con calma antes de dirigirse hacia las escaleras, Subió las escaleras con pasos ligeros hasta llegar a la puerta de la habitación de Ray. Golpeó suavemente la puerta antes de llamar a su amigo- Ray, la cena está lista. Gilda está esperando abajo- anunció Norman con voz amigable-

-Voy en un momento- respondió Ray desde adentro de la habitación,
esperó a que Norman respondiera pero no lo hizo, suspiró y vio de reojo a su lado de la cama, observó a Emma con una mezcla de sorpresa y preocupación- ¿Qué haces aquí, Emma?-

-Emma bajó la mirada, aparentemente avergonzada- No podía dormir y simplemente vine aquí. No sé por qué, pero contigo cerca puedo dormir mejor, Ray...- murmuró, con la voz apenas audible-

-Ray frunció el ceño, sintiendo una punzada de preocupación por su amiga- Emma, entiendo que te sientas así, pero no está bien entrar a la habitación de alguien sin permiso. Debes respetar su privacidad- dijo con firmeza pero con comprensión en su tono, Ray se levantó de la cama y se puso una camiseta, tratando de ocultar su incomodidad- La próxima vez, avísame antes de venir, ¿de acuerdo?- dijo con un suspiro, mientras luchaba con sus propios sentimientos contradictorios-

-Si - lo dijo Emma con una sonrisa de oreja a oreja, dirigiendo su mirada a Ray-

-Ray la quedó mirando con una mezcla de preocupación y afecto. Suspiró y luego le dijo con gentileza- Vamos, seguro te están buscando. Saldré primero-

-Emma le devolvió la mirada con una sonrisa tierna, agradeciendo su comprensión. Cuando Ray salió de la habitación, ella se dejó caer una vez más en la cama, sumida en sus pensamientos- ¿Por qué es tan complicado estar cerca tuyo?- susurró para sí misma con una mezcla de frustración y anhelo. La habitación estaba en silencio, pero el eco de sus palabras resonaba en su mente mientras trataba de entender sus propios sentimientos-

Mientras tanto, en el momento en que Ray salió, Norman estaba esperándolo en la puerta, lo que sorprendió a Ray.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Ray, desconcertado-

-Norman lo miró con seriedad y respondió- Te estaba esperando, a ti y a ella-

-Ray frunció el ceño, sorprendido- ¿Sabías que estaba conmigo?- cuestionó, buscando respuestas-

-Norman asintió con pesar- Sí, no sé por qué, pero desde que está con nosotros hace seis meses, parece estar siempre detrás tuyo..-confesó, revelando una preocupación que había estado guardando para sí mismo-

-Ray interrumpió sus palabras- Gilda y los chicos nos esperan abajo. Vamos, o si quieres, quédate aquí esperándola- propuso mientras comenzaba a bajar las escaleras, Norman suspiró, sintiendo un peso en el pecho, pero siguió a Ray, dejando la conversación pendiente para otro momento-

Poco después, Emma salió de la habitación y se unió a ellos en la mesa, pero la tensión entre los tres era palpable, cada uno sumido en sus propios pensamientos y emociones.

-Gilda, visiblemente nerviosa, se inclinó hacia Emma y le preguntó en un susurro, solo para ellas dos- ¿Volviste a dormir con Ray?-

-Si-Emma le devolvió una sonrisa y asintió con un gesto tímido, confirmando la pregunta de Gilda-

-La expresión de Gilda se transformó en una mezcla de sorpresa y disgusto- Te dije que no lo hicieras. Siempre lo pones incómodo. Eres tonta- murmuró Gilda-

-Emma vio a gilda y entre susurros le dijo- Creo que me gusta..- justo la parte del me gusta, la escucharon todos, ya que justo se habian quedado callados-
El repentino silencio que envolvía la mesa se convirtió en un testigo silente del inoportuno susurro de Emma. Cuando pronunció esas palabras, el sonido pareció resonar en toda la habitación, atrayendo la atención de todos los presentes. Los ojos de Gilda se abrieron con asombro mientras procesaba la confesión inesperada de Emma. Los rostros de los demás reflejaban una mezcla de sorpresa y curiosidad, dejando a Emma sintiéndose expuesta y vulnerable. La tensión se podía cortar con un cuchillo mientras todos aguardaban una explicación. Emma, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, se encontró luchando por encontrar las palabras adecuadas para deshacer el malentendido.

-Dom, con una sonrisa burlona, rompió el silencio preguntando- ¿A quién te refieres, Emma?-

-Gilda, actuando rápidamente para proteger a su amiga, respondió en su lugar- Ella solo estaba diciendo que le gusta mi comida, ¿verdad, Emma?-

-Emma, sintiendo el peso de la mirada de Ray sobre ella, miró nerviosamente a su alrededor antes de asentir rápidamente- Sí, eso es correcto- murmuró en un intento de disipar la tensión-

Ray notó el nerviosismo de Emma y decidió no presionarla en ese momento, aunque la pregunta seguía resonando en su mente. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Dom intervino con un comentario burlón.

-Ahh, pensé que te gustaba alguien de la escuela y ya estabas confesando eso- dijo Dom, con una sonrisa traviesa-

Gilda lo miró con severidad, transmitiendo claramente su desaprobación por sus palabras. Norman, por su parte, se acercó a Emma con una sonrisa amable.

-Si te gusta alguien de la escuela, dime quién es- le dijo Norman, tratando de hacerla sentir cómoda-

-Emma lo miró con desesperación, sintiendo la presión de la situación- No me gusta nadie, era la comida, estábamos hablando de eso- respondió rápidamente, tratando de corregir el malentendido-

-Gilda agarró a Emma del brazo con determinación y anunció- Me la llevo, ustedes encárguense de limpiar. Nos vemos luego- Sin dar tiempo a objeciones, se dirigió hacia la puerta, arrastrando a Emma tras de ella-

Mientras tanto, en la cocina, Norman y Ray se quedaron mirándose después de que Gilda y Emma se fueran.

-Ray se encogió de hombros y dijo- Empecemos, esto nos llevará un rato-

-Norman frunció el ceño, visiblemente intrigado- ¿No tienes curiosidad?- le preguntó-

-Ray levantó una ceja con indiferencia- Emma es una persona adulta. Puede gustarle quien quiera- respondió-

-Norman persistió- Pero te pregunto sobre a quién le gusta-

-Ray lo miró con seriedad- No es asunto mío, Norman- dijo firmemente-

Norman lo miró en silencio por un momento antes de suspirar y unirse a Ray para ayudarlo a lavar los platos.
Mientras tanto, en la habitación de Gilda, la atmósfera estaba cargada de tensión.

-¿Cómo puedes decir eso?- dijo Gilda, visiblemente alterada-

-Emma la miró con sinceridad y respondió- Es que no sé, se siente extraño estar con él-

-Gilda la miró con curiosidad- ¿Extraño en qué sentido?-

-Emma bajó la mirada, avergonzada- Por ejemplo, estar a su lado me resulta reconfortante, dormir con él... y a veces, incluso cuando él está leyendo, me siento cómoda. Todo en él me resulta cómodo, su presencia es acogedora-

-Gilda se llevó una mano a la boca, sorprendida- ¿Dormir con él?- preguntó en voz baja-

Distanciados, pero aún cerca uno del otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora