Vikingos × Hause of the dragon
Raella Targaryen sin duda era la mujer más temida del Reino y a su vez la más amada, la hija menor del Rey Baelon Targaryen y hermana de rey Vyseris Targaryen se ve enredada entre una guerra de dragones por el trono...
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-¡Vuela!¡Vuela! ¡Dae-Dae!-
Dos hermosos príncipes de hermosos cabellos plateados volaban sobre el pueblo de Kings Landing sobre sus dragones.
-¡No seas tramposa Ray!- grito de vuelta
-¡No soy tramposa!¡Soy más lista!- soltó una carcajada y planeo en picada evadiendo a su hermano -No es cierto keir- susurro a su dragón el cual lanzo una llamarada en respuesta
Daemon Targaryen enseñaba a su hermana menor el arte de volar en dragón todo en caso de una guerra sin embargo comenzaba a arrepentirse pues la adolescente parecía tener un don en el arte de domar dragones pues en su último viaje juntos había logrado conseguir un dragón salvaje. Daemon considero dejar al viejo dragón recién domado en Dragón stone considerando la posible reacción negativa de su hermano mayor y la ejecución del dragón salvaje.
Ambos aterrizaron y dejaron a cargo a sus dragones y corrieron dentro del palacio pues hoy sería el día de la coronación de su hermano mayor Viserys quien tenía 26 años, Daemon estaba contento por el, emocionado por que su hermano mayor le pidiera ser su mano.
-Te lo imaginas, los dos hermanos juntos en el mando- dijo su segundo hermano mayor
Daemon a sus 22 años ansiaba con todo estar a la par de Viserys mostrarle de que es capaz y enorgullecerlo, Rayla por su parte aún que egoísta ella no quería que sus hermanos trabajarán juntos pues eso significaría perder a su único amigo. Daemon se alejaría de ella y dejaría de "jugar" con ella, ya no la llevaría a recorrer el mundo en busca de dragones y ya no habría más prácticas de tácticas tanto en tierra como en los aires. Sin embargo ella sabía su posición y sabía que Daemon nunca la tomaría como lo que ella quería.
-Espero que así sea hermano mayor- sonrió
Ambos se separaron después de una corta mirada y siguieron sus rumbos a sus aposentos. No tardo en arreglarse poniéndose un vestido rojo con toques blanquecinos adornando lo con un bonito collar de rubíes y acero valyrio que Daemon le había regalado, tinto sus labios con tinta color en guindo
Tomó su tiara de oro de líneas curvas y siluetas que figuraban las alas de un dragón que se unian en el centro sosteniendo un rubí en forma de gota, y la coloco sobre su cabeza con un pequeño suspiro abandono sus aposentos rumbo al trono de hierro.
Estaba molesta con su hermano mayor, pues hizo sufrir a su prima cercana Rhaenys después de un largo y tedioso debate por el trono de hierro dónde obviamente su hermano ganó por el solo hecho de ser hombre quitándole su derecho de nacimiento a su amada prima y permitiendo el apodo despreciable de la "reina que nunca fue". Al avanzar los pasillos le dió una mirada avergonzada a la mujer pues no llevaba el vestido celeste que había prometido usar sin embargo Rayla no quería desatar la furia de su hermano y distanciarlos aún más. Rhaenys era más manejable que un hermano mayor que jugaba a ser Rey.
