-¿Quien eres? -pregunta de nuevo la chica mirándome expectante, ladea la cabeza muy ligeramente como si mi rostro fuera una obra de arte abstracta que hacia falta ver desde diferentes ángulos para poder entender y descifrar. Sin poder evitarlo mis ojos se centran en ese pequeño mechón rebelde que cayo sobre su hombro derecho y siento el impulso de mi mano por volverlo muy suavemente a su lugar.
"¿Que carajos crees que es haces?" Mi subconsciente había adquirido el severo pero dulce tono de voz de la que fuera mi prometida y sin poder evitarlo una sonrisa burlona cruza fugazmente por mis labios, sin embargo, la chica frente a mi lo notó.
-¿Con que ahora sonriendo a mis costillas, eh? -pregunta con un tono de voz que muy claramente dejaba ver que se había malhumorado, pero aún así, solo provocó una sonrisa más nítida en mi rostro. Su ceño semi-fruncido y la casi imperceptible mueca de sus labios hacia que me temblaran las manos-. Muy bien -espetó enderezándose como cadete frente a su superior-, vete a verle la cara a otra, imbécil, yo me largo.
Y dando media vuelta comenzó a contonearse en retirada."Perfecto, deja que se vaya la mustia esa, debes encontrar la manera de volver a mi..." escucho esa vocecilla de nuevo desde mi interior pero decido no hacerle caso por una vez, sacudo la cabeza un par de veces antes de casi correr hasta la castaña preciosa que ahora me daba la espalda.
-Hey... espera. -digo ya a unos cuantos pasos detrás de ella, pero aunque es obvia mi intención de alcanzarla y a quien me dirijo es a ella, continúa su camino.
Maldicion, el ambiente es un poco más pesado de lo normal por lo que me agota casi enseguida, vaya chica tan terca con la que me vine a encontrar... pero había algo, una pequeña chispa en mi pecho que me gritaba que fuera tras ella... algo que racionalmente analizandolo me aterraba, era demasiado pronto para eso... mas muy a mi pesar o no, ya estaba ahí.
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Queriendo Soñarte
Teen Fiction~El año nuevo se acercaba como una locomotora sin frenos... la cena y los regalos aún no estaban bajo el techo de la familia Oldsmare... el clima y las nevadas habían sido las peores en siglos, en Canadá. ~La comida jamás faltaba en la mesa de la fa...