14 de febrero. [Wigetta]

-Chad, ¿no te parece extraño que Samuel no tenga pareja? -dijo Guillermo a su mejor amigo, mirando a Samuel que estaba en otra mesa muy alejada de la suya.
-¿Desde cuándo te interesa la vida de ese? -dijo Chad, y Guillermo le lanzó una mirada triste- No, tío, de ese no te puedes enamorar.
-Pues me parece que no tienes razón -dijo Guillermo triste.
-Joder, siempre con lo mismo; te enamoras, intentas hablar con esa persona, descubre que eres un pringao' y te manda a tomar por culo. Parece que todavía no te has enterado -dijo Chad con la boca llena de macarrones.
-Lo primero no se come con la boca llena, -dijo levantando un dedo y recibiéndo una mirada de asco de Chad- y lo segundo, -puso dos dedos- uno no elige de quién se enamora, mírate a tí.
-Olle, ella es preciosa.
-Para tí... -dijo Guillermo resoplando.

Cuando terminaron de comer, llevaron las bandejas de la comida a su sitio y se fueron a clase de física, no sin pasar antes por delante de la mesa dónde comía Samuel de Luque. Desde el día en que le vió por primera vez Guillermo se enamoró perdidamente de él.

Pasaron por delante de la mesa y Guillermo se quedó mirando a Samuel, este se dio cuenta de que le estaba mirando y volteó para encontrarse con un Guillermo, rojo como un tomate y girando la cabeza para otro lado y así que no le viera sonrojado.

-Hola. -dijo Samuel, pero Guillermo no contestó- He dicho hola. -dijo y Guillermo se giró y le vio mirándole, se señaló a sí mismo como diciendo que si se refería a él. -Sí, te digo hola a tí, Guillermo Díaz.

Se sabía su nombre... Guillermo estaba saltando y gritando de alegría en su interior, pero debía de contenerse.

-Ho-hola Samuel. -dijo Guillermo un tanto confundido- ¿Cómo tú saludando a un nerd empollón cómo yo?
-¿No puedo acaso? -dijo con una sonrisa pícara. Esa sonrisa que volvía loco a Guillermo.
-No, no, claro que podemos hablar -dijo Guillermo nervioso, y terminó la frase con una sonrisa forzada, cosa que hizo reír a Samuel.
-¿Qué te parece si quedamos después de clase en el árbol del patio? Me pareces un tío interesante.
-Cla-claro, allí estaré.
-Okey, nos vemos -dijo Samuel y Guillermo se fue pitando a clase de física.

"¿Qué cojones le pasa a Samuel por la cabeza cómo para hablar con él? Seguro que él y su pandilla me vendrán a pegar cómo de costumbre me hacen los chicos." Pensaba Guillermo sin prestar atención a la clase. Siguió comiéndose la cabeza durante toda la clase hasta que terminó; tenía dos teoremas para aclarar el por qué de esa conversación con el famoso Samuel de Luque.

-Tío, tengo dos teoremas para aclarar la conversación que tuve con Samuel -dijo Guillermo entusiasmado a Chad.
-¿No tengo otra elección que escucharlos? -añadió Chad y Guillermo asintió con la cabeza- Ok... -dijo y resopló.
-Bueno, el primer teorema es el más sencillo: Si observamos a Samuel cuando habla conmigo, le vemos un tanto nervioso y a la vez seguro. Intenta acercárse a mí sin ser muy brusco. Ok, esto significa que Samuel está enamorado de mí, pues él se ha enterado de que yo estoy enamorado de él, entonces quiere intentar algo. -Chad iba a decir algo pero le interrumpí- El segundo teorema es un poco más complejo y más probable: Samuel tiene un 100% de probabilidades de ser el más guapo y popular de la uni, teniendo en cuenta que yo soy todo lo contrario, no se juntaría conmigo a menos que quiera 1) clases 2) más popularidad haciéndome bullying 3) fingir enamorarse de mí y romperme el corazón jodiendome la vida. Teniendo en cuenta que Samuel saca unas notas, dentro de lo que cabe, "buenas", descartaríamos la opción 1). Sabemos que Samuel no es gay ni bisexual, por lo tanto, no tiene por qué hacerme la opción 3), por lo tanto, descartamos la opción 3). Sólo queda la 2), que es la que tiene un 50% de probabilidades de ocurrir, por lo tanto, me voy a ir preparando para una paliza.
-Pues, simplemente no vayas al árbol y ya -dijo Chad.
-Pero tío, la opción 2) tiene un 50% de probabilidades, o sea, no tiene por qué ocurrir.
-¿Y el otro 50%?
-El primer teorema.
-Tío vete preparando para una paliza de las gordas -dijo Chad y le dio una palmadita a la espalda de Guillermo.
-Bueno... pero también puede simplemente hablar conmigo y que nos hagamos amigos.
-En tus sueños... Tío, aceptarlo es la mejor opción, eso no va a ocurrir.
-¿Y si ocurre? Macho, no seas tan negativo, a ver si te puedo pasar algo de lo positivista que soy.
-No soy negativo, tan solo te abro los ojos a la realidad.
-Ok, lo que tu digas, me voy a matemáticas -dijo Guillermo alzando las manos en señal de rendición.
-Adiós Guille...