Capitulo 1

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Dentro de la privacidad de nuestra acogedora habitación, levante los brazos y tire de su corbata de seda.

―Te has vestido para impresionar ―le dije con aprobación.

―No, Ángel. ―Se inclinó hacia mí y, rozándome ligeramente la oreja con los dientes, añadió―: Me desvestiré para impresionar.

Me apego más contra su cuerpo. Mi corazón latía tan fuerte, que de seguro Patch lo podía escuchar. Sentía que se me iba a salir por la boca.

Mire sus hermosos ojos y con mis dedos rodee el contorno de su cara.

Puse una de mis manos en su cabeza y tire de su cabello suavemente. Patch soltó un gemido. Me acerque cada vez más a su boca, hasta que ya no pude más. Posé mis labios sobre los suyos mientras jugaba con su cabello.

Patch tenía sus manos en mis mejillas para profundizar más aquel beso. Ese beso que anhelaba hace horas.

―Ángel. ―dijo Patch mientras posaba su frente contra la mía―. Me vuelves loco.

Escuchar esas palabras salir de su hermosa boca, me descompone. Comencé a bajar mis manos por su pecho para poder desabrochar su camisa. Botón por botón. Cuando desabroche este último, deslice la camisa por sus hombros y la deje caer. Por otro lado, Patch llevo una de sus manos a mi espalda para buscar el cierre de mi vestido. Nos seguíamos besando con esa pasión que nos caracterizaba.

Él era mío y yo era suya.

―Patch. ―dije en un suspiro.

―Shhh. ―dijo mientras baja el cierre de mi vestido.

Sus besos, sus caricias. Estaba perdida por completo.

Un escalofrió se posó en mi columna vertebral al sentir la piel de Patch sobre la mía. Caminamos dentro de la habitación hasta que sentí el borde de la cama. Patch se separó de mis labios, me miro a los ojos y dijo:

―Eres mía, Ángel.

Dios. Esa frase. Esa maltita frase. Cada vez que me lo dice, caigo rendida a sus pies.

―Si Patch, soy tuya. ―dije mientras volvía a besar sus labios.

Con cuidado, me dejo caer sobre la cama mientras dejaba un camino de besos que se dirigían a mi pecho. Dios. Desde que estábamos juntos, Patch había respetado mi decisión de no tener relaciones sexuales. Simplemente no estaba lista, pero tenía un presentimiento de que esta noche íbamos a tener mucho más que besos y caricias.

Busque la boca de Patch desesperadamente. Necesitaba besarlo. Dios. Sabía tan bien.

―Te amo. ―dije mientras acariciaba su esculpida espalda.

―Yo también, Ángel. ―exclamo mientras volvía a besarme.

Estábamos perdidos. Con cada caricia, sentía que mi cuerpo ardía en llamas. Tenía calor y mi respiración se volvió agitada. Mientras nos besábamos, escuche un leve sonido. No le tome importancia. Patch se detuvo.

—Tu celular —dijo mientras se ponía de pie para cogerlo.

Maldije para mis adentros. Ese maldito celular, debí haberlo apagado antes de entrar.

—¿Quién es? —pregunte mientras me incorporaba en la cama.

—Vee —dijo Patch extendiendo su brazo para tomar el celular.

‹‹Vee Sky, cuando te vea, te matare›› pensé, aunque iba a ser imposible. Cogí el celular y conteste.

—¿Si? —dije

—¿Dónde estás, cariño? —dijo Vee. De fondo se escuchaba música.

—Estoy con Patch en un... en un... —piensa Nora—. Vinimos a dar un paseo. —mentí.

Patch me miro, me encogí de hombros y me regalo una sonrisa. Dios, pero que sonrisa.

—Ay, cariño. ¿Sera posible que vengas? Necesito hablar contigo.

—¿Conmigo? —repetí algo confundida.

—Sí, contigo. Es de vida o muerte. —dijo Vee mientras la línea se cortaba.

Deje el celular sobre la cama. Me levante y camine hacia donde Patch estaba. Se veía tan sexy sin su camisa.

—Tenemos que volver —dije mientras acariciaba su mejilla.

Su mirada negra y penetrante se posó en mí. Me acerque para darle un beso y cuando se alejó, dijo:

—La próxima vez, apagaremos nuestros celulares.

Salimos de la habitación y nos montamos en su motocicleta. Cuando llegamos a la fiesta a la primera que vi fue a Vee, se notaba algo nerviosa.

—Dios, Nora —dijo mientras corría hacia nosotros.

Mire a Patch muy confundida.

—¿Qué ocurre? —dije mientras miraba a Vee a los ojos.

—He recibido una carta —dijo mientras me la entregaba—. Es para ti.

¿Una carta? ¿Para mí? Mire a Patch más confundida de lo que estaba. Tenía miedo de abrirla, tenía miedo de que fuera de alguien que me hiciera daño, o peor, que hiciera daño a Patch.

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