Opsidux: City of Lights

Capítulo 1

Esta todo oscuro, una habitación sin puertas ni ventanas, se sentía un aire frío que me erizaba toda la piel, no veía nada, una frase resonó en mi cabeza una y otra vez "Ten cuidado, nada es como tu crees".
Desperté. Vi la hora, las 3 de la madrugada "Solo fue una pesadilla" pensé, y me obligue a dormirme, ya que tenia que despertarme temprano.
Sonó mi alarma y me desperté de golpe, como de costumbre, desayune, me lave los dientes, la cara, y me cambie. En mi escuela tenemos un uniforme correspondiente para los días de educación física (Miércoles y Viernes) y otro para los demás días, pero yo siempre me ponía los pantalones de gimnasia, no me gustaba mostrar mis piernas.
Fui frente a un espejo para poder peinarme. Mi cabello era simple, morocho y ondulado, nada fuera de lo común. Tenia ojos marrones y no media menos de 1,65, y eso es poco, sabiendo que tengo 17 años. Por cierto, me llamo Liliana, Liliana González, si, mi nombre nos es tan lindo, pero me gusta que me llamen Lily, es mas agradable para el oído.
Antes de irme, me despedí de mi madre y me fui a mi escuela.
Llegue 7:25 (El timbre tocaba 7:20, pero casi siempre hacían que toda la secundaria se formara en el salón para darnos los buenos días y demás). Al finalizar la "formación" fuimos a nuestras respectivas aulas. Entramos al aula, era una habitación no muy grande, donde cabían no mas de 40 alumnos (Nosotros éramos 43), tenia ventanas que daban a la calle y al frente o al lado (No lo se muy bien) había una "construcción" y se escuchaba constantemente el sonido de cosas demoliéndose y demás. En el fondo del aula había una especie de pintura (En primavera, la escuela organizaba un "día del estudiante". Los mas mayores de la escuela, en este caso los de 5°, nos daban una película para representar, a nosotros nos toco "Las crónicas de Narnia") que representaba el paisaje de "Narnia" (Era el castillo de hielo con montañas nevadas a los lados) la imagen era muy agradable, y no la sacamos desde que terminó el "día del estudiante". En mi curso, yo me sentaba con mi mejor amiga, Samanta Graco (Su apellido es de origen italiano, ya que toda su familia proviene de allí, y ella y sus padres se mudaron a Argentina, le costo hablar español y todavía tenia un poco de ese acento italiano). Atrás nuestro se sentaba nuestra otra mejor amiga, Zoe López, ella era de Europa, pero vive aquí desde los 5 años.
Era Lunes, nuestra primera clase era Ingles (En nuestra escuela, separan la materia "Ingles" en dos grupos, el grupo alto, que son los que mas saben ingles, como Zoe; y el grupo bajo, los que menos saben ingles; obviamente, Samanta y yo estábamos en el bajo).
-Odio ingles- Me susurro Sam-. Es una perdida de tiempo ¿En serio piensan que cuando algún extranjero nos hable en otro idioma nos acordaremos de todo lo que nos dicen aquí? Yo creo que reaccionaria como "Lo siento, no hablar English" y saldría corriendo lo mas rápido posible.- Solté una risita disimulada, no quería que la profesora nos escuchara.
-Creo que todos reaccionaríamos así, somos unos estúpidos, todos aquí, incluyéndome.- Dije en voz baja.
-Oh mi Dios, primera vez que aceptas que eres una estúpida, igualmente, ya lo sabia.-
Con ellas, siempre nos tratamos así, nos decimos algunos insultos pero nos conocemos demasiado como para saber cuando es el serio y cuando no.
-Ja ja ja que graciosa.- Dije sarcásticamente.
-Lily- Grito la profesora-. Ya que estas prestándome mucha atención, ¿Podrías decirnos a todos en la clase de que estamos hablando?
-Eh-h.. ¿Ingles?- Dije, tartamudeando. "¿¡Porque a mi!?"
Toda la clase (O la mitad de todo el curso) comenzó a reírse.
-Era obvio que no me estaba escuchando, cállese y preste atención.
Bufé. Sam rió a lo bajo y comenzó a dibujar en su cuaderno.

Termino el horario de Ingles y llegó la siguiente profesora, para darnos Historia.

Pasaron 40 minutos (Eso dura una hora de clase) y sonó el timbre, anunciando el recreo (Son dos recreos, el primero de 20 minutos y el segundo de 10 minutos).
-Podríamos ir a comprar algo, muero de hambre.- Dijo Sam levantándose de su asiento.
-Yo te acompaño.- Dije, levantándome con pereza. Me gustaba salir a caminar por la escuela en los recres y no quedarme sentada sin hacer nada.